Mediapro da un nuevo paso para cerrar su aventura futbolística en Francia. El Tribunal de Comercio de Nanterre ha aprobado hoy el acuerdo alcanzado por el grupo audiovisual con la Ligue de Football Professionnel (LFP), por el que pagará una indemnización de 100 millones de euros y le devolverá los derechos que adquirió para el ciclo 2020-2024 en Francia.

La gestora de la Ligue-1 y la Ligue-2 explica en un comunicado que “el canal Téléfoot seguirá retransmitiendo los partidos” hasta que se cierre la venta de las retransmisiones a un nuevo operador. “Mediapro quiere destacar una vez más el extraordinario trabajo realizado por todos los empleados del canal, cuya calidad ha sido reconocida por un gran número de observadores”, ha señalado la compañía.

El futuro de estos empleados dependerá de las decisiones que adopte el nuevo tenedor de las retransmisiones; en caso de no querer asumir la marca, lo más probable es que cese sus emisiones, aunque Mediapro también tiene adjudicada la Europa League para el periodo 2021-2024. De momento, no hay una decisión tomada.

En cualquier caso, el acuerdo de hoy pone fin a una corta relación truncada por la Covid-19, que ha arrasado con todas las previsiones que manejaba la compañía que lideran Jaume Roures y Tatxo Benet. Su ambición era alcanzar una base de tres millones de abonados en los últimos compases del ciclo, cifras difíciles de cumplir en el actual contexto.

Ante esta situación, Mediapro decidió impagar la primera factura de octubre, de 172,3 millones de euros, para forzar una negociación de las condiciones en su primer año. Su petición era reducir el precio en un 25% para compensar el frenazo a la venta de suscripciones, acuerdos de distribución mayorista y publicidad, aprovechando las cláusulas que establecían el recurso a un mediador en caso de conflicto. Y así ha sido.

Ahora, la LFP se sentará a negociar muy probablemente con Canal+, que en las últimas semanas ya se ha presentado como el caballero blanco de los clubes a los que dejó en la estocada cuando estalló la pandemia. El Gobierno de Francia forzó el final anticipado de la competición y tanto Canal+ como beIN Sports decidieron no pagar las facturas pendientes, dejando un agujero superior a los 200 millones de euros.

La LFP, gestora de las dos categorías profesionales, pudo salvar en términos de caja la ausencia de estos ingresos previstos con un préstamo. Avalado por el Estado, los clubes lograron un crédito sindicado de 224,5 millones de euros para cubrir las facturas impagadas por los dos operadores, que únicamente accedieron a pagar 47,5 millones de euros como compensación.