Canal+ podrá liberarse de sus obligaciones con beIN Sports en Francia si el canal catarí no abre un frente legal con la Ligue-1. El Tribunal Comercial de Nanterre considera que la plataforma de televisión de pago tiene derecho a romper el contrato por el que sublicenciaba la retransmisión de dos partidos por jornada en el ciclo 2021-2024. Ello, tras el cambio del mapa audiovisual del fútbol francés tras la ruptura con Mediapro.
El fallo obliga a beIN a mover ficha contra la gestora del fútbol profesional en Francia, pues en juego tiene 332 millones de euros. El golpe se produce a dos semanas del inicio de la temporada y afecta también a la visibilidad de los patrocinadores, de ahí que también la Ligue-1 esté atenta a lo que acaba sucediendo.
El foco de conflicto está en la adjudicación a Amazon del lote de ocho partidos al que renunció Mediapro. El precio acordado han sido 250 millones de euros por temporada entre 2021-2022 y 2023-2024, mucho menos que los 332 millones que marca el contrato de beIN con la Ligue-1 y que sublicenció a Canal+ por sólo dos partidos por jornada, si bien son los más importantes.
En todo el ciclo, la liga francesa preveía ingresar 1.989 millones de euros, pero ahora quedan en el aire esos 332 millones de euros de Canal+ y, quién sabe, si los 30 millones de euros anuales de beIN Sports por el pequeño lote de dos partidos de Ligue-2 adjudicado por la LFP.
La llegada del gigante norteamericano del ecommerce será la antesala de una revolución en el fútbol francés. Con un agujero de 269 millones de euros en 2019-2020 a causa de la Covid-19 y otros aspectos, la LFP aprobó recientemente la reducción de clubes a 18 equipos en la Ligue-1 a partir de 2023-2024. ¿Cuál será el siguiente episodio de este culebrón interminable?
Un agujero de 2019-2020 en 269 millones arrastrado por PSG y Marsella
Más allá de la partida televisiva, la Ligue-1 y la Ligue-2 acumulan cuatro años consecutivos en rojo, con pérdidas acumuladas de 1.075 millones de euros.
Apenas una decena de equipos de la máxima categoría han establecido modelos de negocio sostenibles y varios históricos, como el Girondins de Burdeos o el Saint-Etienne, están con nuevo propietario o en proceso de compraventa con graves problemas económicos.