Sandro Rosell evitará ser juzgado por espionaje contra Jaume Roures. A no ser que aparezcan nuevos indicios, la Audiencia Provincial de Barcelona ha decidido acordar el “sobreseimiento provisional” de las actuaciones respecto al expresidente del FC Barcelona, al que el empresario audiovisual situaba en el centro de una trama que le robó cientos de mails de su correo corporativo.

El juez, en contra del criterio del Juzgado de Instrucción de número 8 de Barcelona, según Mediapro, ha considerado que no hay pruebas suficientes que incriminen al dirigente. No obstante, la causa continúa su curso contra Robert Cama, exinformático de Mediapro y ahora ejecutivo del Barça, y Joan Carles Raventós, que trabajó en la agencia Bonus Sports Marketing, de Rosell, y hoy está al frente de la filial de retail blaugrana.

Roures ha emitido un comunicado en el que respeta, aunque no comparte, la decisión de la Audiencia de Barcelona, que sí reconocería que las dos personas que enviaban correos privados de Roures a Rosell “me espiaron y se hicieron con centenares (o miles) de mis emails personales y de trabajo”. Pese a ello, el expresidente es considerado un “mero receptor pasivo, a falta de más indicios sobre su participación en el apoderamiento y difusión de mis emails”.

Pau Molins, abogado de Sandro Rosell, ha señalado en otro comunicado previo que, “con su resolución, ha evitado que Sandro Rosell se viera de nuevo sometido a un juicio penal por acusaciones sin fundamento”, después de ser absuelto en otra causa que le tuvo dos años en prisión provisional por un delito que nunca se produjo.

En cuanto a la causa de espionaje, Roures ha reiterado su “convencimiento de que Sandro Rosell era el instigador de las conductas que van a ser enjuiciadas. Si no las instigó, ¿por qué no las denunció durante los más de tres años en los que según consta estuvieron recibiendo los correos robados por Robert Cama? ¿Y por qué razón Robert Cama fue posteriormente contratado por el FC Barcelona?”, se cuestiona en un comunicado.