“La respuesta de los ciudadanos ante la Superliga ha sido unánime y de apoyo al modelo que apoyamos desde la Unión Europea (UE), tal y como lo conocemos”. Así destacó uno de los eurodiputados el papel que debe jugar la Unión en el ecosistema deportivo profesional y de base. Para ello se ha aprobado por 597 votos el primer informe vinculante sobre deporte en el Parlamento Europeo.

El documento hace hincapié en el rol de la UE y en la necesidad de alinearlo con las políticas comunitarias, y traza la hoja de ruta del modelo deportivo de la Unión para los próximos años. “El fútbol se está alejando cada vez más de lo que es el deporte. Se está comprando influencia. Son empresarios del petróleo, oligarcas, magnates… El Parlamento Europeo debe dotarse de elementos vinculantes y tratar temas más amplios”, destacó en su intervención la eurodiputada italiana Silvia Pereira Peiro.  

Uno de los puntos más relevantes del informe se encuentra en el modelo de gestión. La UE aboga por “un modelo europeo del deporte que reconozca la necesidad de un compromiso sólido con la integración de los principios de solidaridad, sostenibilidad, inclusión, competencia abierta, mérito deportivo y equidad”.

En consecuencia, prosigue el documento, “se opone firmemente a las competiciones escindidas que socavan los principios y ponen en peligro la estabilidad del ecosistema deportivo en general”. De esta forma, el Parlamento Europeo lanza un contundente mensaje contra la Superliga después de que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, volviera a defender la idea de la competición en la asamblea de socios del sábado.

La UE rechaza la Superliga y advierte de la necesidad de reconocer a los aficionados

Tanto el eurodiputado y exfutbolista Tomasz Frankowski, impulsor del informe, como los eurodiputados austríaco Heide y alemana Kammerevert, junto con el comisario Schinas, han hecho un llamamiento para que las instituciones europeas y los gobiernos nacionales se sigan oponiendo a este tipo de iniciativas.

Asimismo, se ha abierto la puerta a que la Comisión Europea pueda tener más competencias para corregir la asimetría del deporte. En la actualidad sus competencias se limitan a la coordinación de iniciativas entre estados miembros, salvo cuando hay un elemento de mercado interior.

Por otro lado, el Parlamento “llama a los estados miembros y a los clubes a reconocer el estatus de los aficionados en el deporte y a involucrarlos en la gobernanza y la toma de decisiones”. Es algo que, por ahora, únicamente ha ocurrido en algunos clubes de la Premier League tras la oposición frontal de los fans a la Superliga.

“La crisis de la Covid-19 nos ha enseñado que aunque los eventos deportivos puedan continuar sin espectadores, la cultura del aficionado es parte indispensable de la experiencia deportiva y, por tanto, hay que reconocer su estatus a través de organizaciones de fans representadas en el deporte y su gestión”, se destaca. 

Asimismo, se urge a las federaciones nacionales a ofrecer “niveles premium de salarios para atletas masculinos y femeninos”. También ha advertido a organizaciones y entidades deportivas del deber de respetar los derechos humanos a la hora de otorgar eventos a países donde no son respetados.

Finalmente, se solicita una “mayor redistribución entre las entidades profesionales y la base”, unos recursos con los que también se buscará fomentar el deporte practicado por mujeres. Para ello se ha propuesto la creación de un mecanismo de solidaridad entre las federaciones deportivas para asegurar la correcta financiación del deporte amateur. Asimismo, el Parlamento ha solicitado a la Comisión hacer lo posible por aumentar la actividad física y el número de horas lectivas en los colegios, y se ha pedido una mayor dotación presupuestaria para instalaciones deportivas con el fin de fomentar la práctica de actividad física.