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El turismo deportivo en España se desploma en 2020: solo movió 770 millones de euros

El turismo internacional perdió peso y pasó de representar un 63% del negocio a apenas mover un 51% en el año de la pandemia. El sector se encomendó sin éxito al viajero nacional, que no pudo mitigar el golpe de la Covid-19.

Golf

Que 2020 fue un año aciago para la industria turística no es ningún secreto, pero hasta ahora no se había puesto cifra al roto económico provocado por la Covid-19 en el sector del turismo deportivo. El golpe estaba garantizado al ser una industria que depende tanto del viajero internacional; por ello, el sector miró hacia el turista nacional con esperanza de amortiguar el impacto. No resultó. Ni siquiera el cierre de fronteras y la recomendación de evitar espacios cerrados contribuyó a que el viajero residente se animara a recorrer el país para hacer senderismo, jugar al golf o practicar deportes acuáticos.

En total, el turismo activo en España -al margen queda quien viaja como espectador- movió 776 millones de euros en 2020, muy por debajo de los 2.000 millones que suele superar año a año. La caída fue del 65,6% interanual, un descenso sin precedentes. El motivo principal fue la bajada del turismo internacional, que antes de la pandemia suponía el 63,4% del gasto turístico deportivo en el país, según la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur). En 2020 pasó a representar un 51,1%, con un gasto total de 396,7 millones de euros, un 72% menos que en el año anterior.

La caída hubiera sido mayor de no ser por el viajero nacional. Los españoles gastaron 379,2 millones de euros en recorrer el país para practicar deporte, un retroceso del 48,8%. Si bien el turismo activo fue una opción a la que podían acogerse los viajeros nacionales, las cifras empeoraron, especialmente porque entre marzo y junio prácticamente no se pudo viajar y la Semana Santa se perdió. Además, en otoño volvieron los cierres perimetrales, y no se pudo salvar el arranque de la temporada de esquí, que también se vio afectada en marzo y abril. En cuanto a los viajes al extranjero, los españoles gastaron 143,4 millones en viajar al exterior para hacer deporte.

Una de las disciplinas que más participantes moviliza es el running. Las gestoras de carreras populares tuvieron que cancelar sus citas presenciales y organizar carreras virtuales. El Maratón de Valencia optó por organizar una edición pensada para 300 atletas profesionales, de modo que el evento se mantuvo en el calendario atrayendo a participantes de alto nivel.

El golf, una de las actividades que más practican los turistas deportivos en España, y los campos se han visto muy afectados por el freno turístico internacional. Los clubes sociales pudieron sortear mejor el impacto al cobrar las cuotas a sus socios, que representan el 75% de sus ingresos; sin embargo, los campos vinculados al turismo, como los que se ubican en resorts, se han expuesto a cierres y meses de pérdidas.

Las pistas que forman parte de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña de España (Atudem) sufrieron un descenso de la facturación del 2,7% en 2019-2020; el número de visitantes se redujo un 16% y sólo el incremento del gasto medio diario ayudó a mitigar el golpe de la Covid-19. Se pasó de un gasto de 22,7 euros a 24,7 euros, el importe más elevado de la década.

El esquí fue la excepción, ya que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan una notable caída del gasto medio diario por persona. No sólo se viajó menos, sino que quienes lo hicieron gastaron menos: 138 euros en el caso del visitante internacional y 74 euros para los residentes. En total, un 10,9% menos en un año, lo que situó el nivel de gasto por persona y día en mínimos desde que se tienen registros.

Esta estadística no muestra el gasto asociado a viajes para ver espectáculos deportivos. De hecho, el INE aún no facilita estos datos, que con total seguridad también cayeron porque a mediados de marzo se suspendieron o aplazaron todas las competiciones. Los eventos internacionales que habitualmente atraen al viajero extranjero, como el Mutua Madrid Open, o los grandes premios de Fórmula 1 y MotoGP se organizaron a puerta cerrada, y la Copa Davis, que debía celebrarse en Madrid, se suspendió.

Sí que se pudo celebrar con público eventos como la Copa del Rey de la ACB, aunque este tipo de citas arrastran al público que reside en España, en lugar de al internacional. Se desconoce cuál ha sido el impacto económico de la puerta cerrada, pero los datos a los que ha podido acceder 2Playbook revelan que el gasto asociado a eventos deportivos en 2019 se elevó hasta 4.585,9 millones, por los 4.322 millones de euros de 2018. En definitiva: el turismo de espectáculos deportivos mueve más dinero que el turismo activo, aunque ambos se han visto fuertemente afectados por las restricciones a la movilidad.

En 2021 sí que han podido celebrarse algunos eventos con público, pero se ha excluido al deporte profesional de esta posibilidad, provocando que la temporada 2020-2021 se esté disputando a puerta cerrada en el caso de LaLiga y la ACB. En cambio, el Mutua Madrid Open se ha celebrado con el 40% del aforo, mientras que el Gran Premio de España de Fórmula 1 o el Barcelona Open Banc Sabadell se organizaron con un aforo limitado a 1.000 personas por día.

Volviendo al turismo activo, los datos de Egatur y de la Encuesta de turismo de residentes reflejan que el gasto en este tipo de desplazamientos sólo representó un 2% del gasto total en viajar a España, ya sea por negocios, vacaciones, ocio o visitar a familiares.

En total, el gasto turístico internacional dejó en España 19.738,9 millones de euros, un 78,5% menos que el año anterior. Es decir, el gasto turístico total sufrió una caída mayor que la que se anotó el turismo activo. Ocurrió justo al contrario con los turistas residentes, que gastaron un 45% menos para viajar por España, un descenso inferior al que se anotó específicamente el turismo activo (54%). Más afectado se vio el turismo de ferias y convenciones, con un descenso del 72,5%. En cambio, el turismo de sol y playa y el relacionado con visitar a familiares cayeron menos: un 36,7% y un 42,5%, respectivamente.

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