La sostenibilidad es un must en cualquier tipo de instalación deportiva. Ya sea para reducir los costes energéticos o para minimizar el impacto medioambiental del recinto, los clubes o instituciones que gestionan equipamientos buscan formas con las que innovar desde todos los flancos. Uno de ellos es el de los suelos deportivos, cuya calidad tiene una incidencia directa en el rendimiento de los deportistas. De ahí que todo pavimento sea concebido para elevar la experiencia del atleta. Pero, ¿cómo serán los suelos de los pabellones en los que competirán los deportistas en el futuro?
Gerflor ya trabaja en el lanzamiento de su nuevo suelo deportivo Taraflex Bio. Tras suministrar los pavimentos de los pabellones de las últimas sedes olímpicas, esta novedad marcará la pauta de cómo serán los recintos deportivos en los próximos años. “Este nuevo desarrollo nace de una necesidad global que venimos detectando en Gerflor desde hace tiempo y que responde a la exigencia, cada vez más real y patente, de que los proyectos arquitectónicos sean altamente responsables con el medio ambiente y nuestro entorno”, explica José Manuel Suárez, director general de Gerflor Iberia.
La compañía, especializada en soluciones de pavimentos flexibles y revestimientos murales, arrancará la producción de este nuevo producto a partir del próximo octubre hasta acabar sustituyendo al modelo Taraflex convencional. Ahora bien, este proceso de transición no repercutirá negativamente en la calidad, el rendimiento y la seguridad del material que instalen los centros.
“Que un pavimento sea cada vez más sostenible no va en detrimento de su calidad y prestaciones al resto de niveles. El cuidado medioambiental y de nuestro entorno es una obligación dentro de Gerflor y así lo plasmamos en nuestros nuevos lanzamientos”, asegura el directivo de Gerflor. Pero, ¿por qué los nuevos suelos Taraflex Bio son más sostenibles?
“Que un pavimento sea cada vez más sostenible no va en detrimento de su calidad y prestaciones al resto de niveles”
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el compromiso con la sostenibilidad ya se evidencia en los tradicionales suelos Taraflex, puesto que su huella de carbono es un 30% inferior a la media de los suelos deportivos. Ello ha permitido la inclusión de hasta un 19% de contenido biológico y un 80% de materiales naturales reciclados.
De hecho, todos los productos de la gama Taraflex incorporan contenido biológico a excepción de las instalaciones portátiles de tenis de mesa y bádminton. Gerflor posee una experiencia de más de una década en la incorporación de este tipo de materiales a varios de sus pavimentos deportivos. Suárez agrega que “nuestros pavimentos se caracterizan por la ecosostenibilidad, al reducir casi a cero el adhesivo a aplicar para su instalación y facilitando su retirada tras su vida útil para una segunda vida útil o reciclaje al 100%”.
Con los nuevos Taraflex Bio, se sustituye el plastificante de origen fósil por uno vegetal. Además, los suelos se fabricarán a base de residuos de soja, que de otro modo se desecharían, siempre que no compitan con la alimentación humana y no contribuyan a la desforestación. Se trata de convertir los residuos agrícolas en un recurso más del proceso de producción.
Nuevos colores para acercarse a la naturaleza
Asimismo, se han rediseñado las espumas de los pavimentos para reducir el impacto medioambiental y se han aplicado varias novedades a nivel de diseño que visibilizarán todas las innovaciones aplicadas. El catálogo de la compañía incorporará nuevos tonos y colores que permitan conectar a los productos con la naturaleza, mientras que otros quedarán descatalogados. “Hemos detectado una tendencia real de arquitectos y diseñadores que buscan este tipo de acabados para todo tipo de proyectos”, explica Suárez al respecto. Además, en muchos escenarios los suelos Taraflex Bio serán compatibles con los que no incorporan contenidos biológicos.
La vertiente sostenible tendrá cada vez más protagonismo en la estrategia de fabricación y comercialización de la mayoría de instalaciones deportivas y, en especial, de sus suelos o pavimentos. Por ello, desde Gerflor optan por la investigación para seguir desarrollando soluciones innovadoras que les permitan obtener productos de mayor calidad, más versátiles y seguros y más respetuosos con el medio ambiente, que formen parte de una economía circular en la que el desperdicio sea mínimo.
“La clave está en introducir, cada vez más, material de origen biológico que nos ayude a reducir las emisiones de CO2 durante el ciclo de vida del producto. También, incluir sistemas de instalación innovadores, como el Taraflex SL, que lanzamos el año pasado, y que no requiere de adhesivos para su instalación, lo que también ayuda a reducir las emisiones de CO2”, indica el directivo. A ello se le suma la capa de uso de sus revestimientos, que ayuda a reducir el consumo de agua y detergentes en su proceso de limpieza y mantenimiento.