Albert Soler toma posesión de su cargo como director general del Consejo Superior de Deportes apelando a la unidad del sector. En su discurso, el directivo ha apelado a la “unidad” de todos los estamentos implicados en el deporte y al “liderazgo” del CSD en la acción política en el ámbito deportivo.
“Nuestro principal objetivo será liderar desde este organismo las políticas deportivas en España. Afrontaremos retos importantes como la nueva Ley del Deporte, la Ley del Dopaje, el Estatuto del Deportista, la profesionalización del deporte femenino o la gestión de los fondos europeos de cooperación”, ha señalado. Además, ha añadido que “también tenemos otro reto mayor, y es que entre todos tenemos que volver a ser lo que éramos antes de la pandemia. El sector deportivo tiene que tener unidad porque solo saldremos de ésta si estamos todos juntos”.
El directivo será la mano derecha de José Manuel Franco, actual secretario de Estado para el Deporte, y por lo tanto relevará a Joaquín María de Arístegui, que había sido director general y número 2 del CSD durante la presidencia de Irene Lozano.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Barcelona (UB), Soler lleva más de tres décadas vinculado al ámbito deportivo. Es uno de los directivos que llegó al Barça de la mano de Bartomeu en 2014. El dirigente entró en los despachos del Camp Nou con la vitola de haber ocupado la dirección general del Consejo Superior de Deportes (CSD) entre abril de 2008 y 2011, cuando asumió la presidencia hasta finales de ese mismo año. Más tarde abandonó con el cambio de Gobierno, pues el PP ganó las elecciones generares.
Por su parte, el presidente del CSD, José Manuel Franco, ha afirmado que trabajará para conseguir que el deporte traslade “un mensaje de ilusión y optimismo”. En palabras del máximo responsable de la política deportiva del país, “el deporte va a ser un mecanismo que aporte optimismo a la sociedad española” y “va a contribuir a que la sociedad española empiece a ver la luz al final del túnel de la pandemia”. También ha apuntado a que “el deporte es palanca de desarrollo económico y sostenible, y también será un instrumento imprescindible para salir con optimismo de esta situación”.
