Han pasado cuatro décadas desde que el japonés Masayoshi Son fundó Softbank, una empresa que nació como tienda de respuestos informáticos y que hoy es el principal fondo de inversión en empresas emergentes y tecnológicas. Sus inversiones, que en los últimos cuatro años superan los 84.000 millones de dólares (72.480 millones de euros), han impulsado a 224 empresas que abarcan desde verdaderos gigantes como ByteDance (dueña de TikTok) hasta Uber o Nvidia, pero también alcanzan al deporte. Desde 2017, el conglomerado japonés ha liderado y protagonizado rondas de financiación en empresas de la industria deportiva por 3.410 millones de dólares (2.900 millones de euros).
Entre sus elecciones están grandes compañías del sector de la distribución deportiva, el fitness e incluso juegos fantasy, con nombres propios como Fanatics, Gympass y Sorare. Tres empresas que están transformando el modelo de negocio tradicional de clubes, competiciones y cadenas de gimnasios.
Las inversiones del conglomerado japonés se realizan a través de dos vías: Softbank, que directamente compra empresas y controla su gestión, y Softbank Vision Fund, el venture capital que creó en 2017 para adquirir participaciones minoritarias. Y es precisamente a través de este vehículo con el que la empresa japonesa está canalizando todas sus inversiones en el deporte.
La idea de Vision Fund es crear un clúster de empresas con algo en común: el uso de la inteligencia artificial en sus modelos de negocio. “Estamos invirtiendo en crear un grupo de empresas líderes en IA que crean servicios innovadores”, afirman desde este fondo. Su puesta en marcha supuso una inversión de 100.000 millones de dólares (86.287 millones de euros), de los cuales el 28% lo aportaba Softbank directamente, y el resto procedía de inversores externos. Eso sí: opera bajo la batuta del fundador y consejero delegado: Masayoshi Son.
La visión de la compañía es invertir en empresas tecnológicas para “evolucionar y reflejar los cambios en la sociedad en lugar de fijarnos en una tecnología o modelo de negocio concreto”, según se desprende de la información corporativa del grupo. Pretende hacerlo entrando en el capital de compañías sin llegar a controlarlas, para así ofrecer mas flexibilidad de gestión a las empresas, “preservar la diversidad y la autonomía” de las participadas y poder desinvertir “más fácilmente una vez hayan madurado o en caso de que no hayan crecido como se esperaba”.
En su cartera figuran Sorare, Fanatics, Gympass, Tempo, Whoop, Vuori y Heed. Todas ellas tienen en común que son empresas tecnológicas. Esta última, en la que lideró una ronda de 35 millones de dólares en 2018, está especializada en fan engagement. En concreto, se trata de una plataforma que utiliza la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas para detectar los momentos más relevantes de un partido y generar contenido y vídeos de manera automática, casi a tiempo real, para ofrecérselos al fan.
En cuanto a Sorare, la ronda en el juego fantasy basado en tecnología blackchain fue de 680 millones de dólares (586 millones de euros), estuvo liderada por SoftBank, se firmó el pasado septiembre y también cuenta con la participación de futbolistas como Gerard Piqué o Antoine Griezmann. Esta compañía se basa en un juego online donde los aficionados compran tarjetas de los futbolistas y obtienen una puntuación en función de su rendimiento real en el terreno de juego. Antes, logró asegurarse el patrocinio de LaLiga.
Para garantizar que los cromos digitales por los que los fans pagan son auténticas y exclusivas, se negocian como NFTs (non fungible tokens). Es un juego que busca generar engagement entre los aficionados, y ya ha firmado acuerdos con competiciones como LaLiga y la Bundesliga. Desde enero, ha registrado transacciones por 150 millones de dólares (129 millones de euros), y, tras cerrar la ronda de financiación, su valoración se disparó hasta 4.300 millones de dólares (3.710 millones de euros).
En Fanatics, Vision Fund ha liderado varias rondas. En 2017 protagonizó una ampliación de capital de 1.000 millones de dólares (86,2 millones de euros) a la que se sumó otra de 350 millones de dólares el pasado agosto; recientemente ha participado en otra de 100 millones de dólares (86,2 millones de euros) en Candy Digital, la filial de Fanatics para coleccionables digitales (NFT) dedicado al comercio online de artículos deportivos. De este modo, Softbank no sólo participa en el negocio de los cromos digitales de deportistas, sino también en la creación de merchandising digital.
En la industria del fitness también ha realizado inversiones, pero en lugar de hacerlo en operadores de centros deportivos, ha apostado por las nuevas tendencias: las plataformas de intermediación o Airbnb de los gimnasios, como Gympass, y en empresas de entrenamiento en el hogar, como Tempo. En la primera ha cubierto íntegramente dos rondas por un total de 550 millones de dólares (474 millones de euros) y en la segunda ha liderado una ampliación de capital de 220 millones de dólares (189,8 millones de euros).
Tempo se apoya en la inteligencia artificial y, mediante un sensor 3D, ofrece clases dirigidas a tiempo real mientras los usuarios reciben feedback, mientras que Gympass vende suscripciones para clientes que desean entrenar en gimnasios sin estar inscritos a ellos, aprovechando la flexibilidad de poder acudir a cualquier club dado de alta en la plataforma. Son dos compañías que se apoyan en hábitos de consumo que persiguen la conveniencia: la de entrenar en el salón de casa o sin límites de horarios, y la de hacerlo en múltiples clubes.
En el ámbito del sportech ha invertido en Whoop, especializada en wearables que miden el rendimiento y el estado de salud de los usuarios, en la que inyectó buena parte de los 200 millones de dólares (172 millones de euros) que captó meses atrás. La empresa ganó notoriedad en 2020 el jugador de golf Nick Watney, que, tras usar esta pulsera de actividad, alertó a la organización del PGA Tour que había empezado a tener síntomas de Covid-19. El golfista recibió una notificación en su app advirtiéndole de que tenía fiebre y de que el ritmo de respiración había cambiado. Tras hacerse la prueba y dar positivo, otros jugadores del circuito que utilizan esta tecnología dieron positivo.
En las últimas semanas Softbank ha explorado un nuevo territorio: el mundo del athleisure. Vision Fund ha invertido 400 millones de dólares (345 millones de euros) en Vuori, especializada en ropa para la práctica deportiva. El objetivo es expandir la compañía por en Europa y Asia-Pacífico, pues hoy su operativa se centra en Estados Unidos.