El sedentarismo y la inactividad física suponen cada año un gasto sanitario para el sistema de salud español de 1.560 millones de euros, según la Sociedad Española de Obesidad (Seedo). Esta cifra, que representa el 56% del presupuesto con el que contará el Ministerio de Sanidad en 2023, es asumida en su práctica totalidad por la administración pública (cerca del 70%), mientras que el resto lo soportan los hogares españoles.
A pesar de que la nueva Ley del Deporte, recientemente aprobada en el Congreso, reconoce la actividad física como “un derecho fundamental”, a la vez que la considera como una actividad esencial para la ciudadanía, lo cierto es que el 42,7% de los españoles no practicaron deporte en 2022, según la última Encuesta de Hábitos Deportivos publicada por el Gobierno. El porcentaje fue mayor en las mujeres (48,2%) que en los hombres (36,9%). Más de un tercio de los españoles (36,4%) aseguraban ser sedentarios en la Encuesta Europea de Salud, porcentaje que el Eurobarómetro de la Unión Europea eleva hasta el 47%.
De la misma encuesta también se desprende que la mayoría de la población mayor de 15 años, o permanecen sentados la mayor parte de tiempo en su trabajo, o en su actividad esencial (37,1%) o bien permanecen de pie pero no realizan grandes desplazamientos (38,8%). Sólo un 21,4% realizaban desplazamientos frecuentes o realizaban tareas que requieren gran esfuerzo físico.
Tras la pandemia, el dato de población española que “nunca o raramente” practicaba deporte en España resultaba mayoritario tanto en hombres (51%) como en mujeres (65%), según el Eurobarómetro realizado por la Unión Europea con encuestas realizadas entre los meses de abril y mayo de 2022. Ellas se situaban justo en la media europea, mientras que ellos se encontraban seis puntos por debajo (57%).
Estos porcentajes dan pie a otros más preocupantes: el 61,4% de los hombres mayores de edad padecen sobrepeso u obesidad, por un 46,1% en el caso de las mujeres. A nivel infantil, España se situaba en 2017 como uno de los países con peores tasas: era el segundo país con mayor porcentaje de niñas con sobrepeso y el cuarto a nivel de niños, según la Organización Mundial de la Salud. En las últimas dos décadas la obesidad se ha duplicado en el caso de las niñas y las adolescentes (del 5,3% al 10,1%), según el estudio Physical Activity, Sedentarism and Obesity in Spanish Youth. El mismo informe alerta que el 80% de los adolescentes con obesidad serán adultos con problemas de sobrepeso.
“La tasa de obesidad en España ha ido al alza desde 1975. Si se cumplen o superan las estimaciones que se proyectan para 2030 tendremos un problema sanitario bastante grave: se podría alcanzar el 22% de la población obesa y otro 44% de población tendría sobrepeso. Estas curvas podrían atenuarse con iniciativas públicas”, alerta Javier Butragueño, co-fundador de la Obesity Management School.
En los últimos meses, el Gobierno ha aprobado dos medidas con las que espera combatir esta epidemia, que provoca un mayor riesgo de padecer cáncer, enfermedades cardiovasculares, problemas crónicos respiratorios y otras patologías físicas y mentales: la nueva Ley del Deporte, con la que esperan fomentar la actividad física en todas las franjas de edad, y el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil, un plan de acción con el que esperan reducir en un 40% el exceso de peso en 2030.
El Ejecutivo estatal, sin embargo, aún se muestra reticente a la hora de aceptar una modificación tributaria que la industria deportiva española lleva más de una década reclamando: la rebaja del IVA para los servicios deportivos. En septiembre de 2012, los gimnasios pasaron de tributar el 8% al 21% de IVA, un incremento que provocó el cierre de unos 800 locales y una pérdida media del 30% de los abonados, según la patronal estatal Fneid. “Llevamos muchos años reclamando algo que nos corresponde, que es justo y coherente. Todo el mundo entiende que el IVA de los gimnasios no es justo”, aporta Alberto García, gerente de Fneid.
Desde la patronal española de gimnasios entienden que una rebaja al tipo reducido del 10% “fomentaría la práctica deportiva en la medida que aumentaría el número de usuarios”. Ese cambio fiscal, añade, podría convertirse en un arma electoral: “El Gobierno que baje el IVA del sector deportivo se apuntará un tanto que tendrá un retorno político inmediato y, a su vez, generará un ahorro económico que disfrutarán los Gobiernos posteriores”.
En 2019, más de 15.500 entidades deportivas, entre cadenas de gimnasios, clubes y otras gestoras de instalaciones deportivas, aglutinaban más de 5,5 millones de usuarios y generaban un negocio de 3.231,5 millones de euros. El deporte federado, por su parte, reunió a 3,6 millones de licencias estatales en 2021, según el Anuario de Estadísticas Deportivas 2022 del Comité Superior de Deportes. Según el INE, el volumen de negocio agregado la industria deportiva en 2020 ascendió a 14.900 millones de euros.
Tanto gimnasios como clubes, sin embargo, aún tienen un gran margen de crecimiento, ya que según el Eurobarómetro de la UE de 2022, un 80% de los españoles que practican deportes u otras actividades físicas declararon no formar parte de algún gimnasio o club deportivo. En paralelo, la pandemia ha disparado los datos de practicantes en espacios al aire libre (52%) y también en los hogares (21%). El 'outdoor' y el 'homefitness' han contribuido a la recuperación de la venta de material deportivo, que en 2021 creció hasta los 8.576 millones de euros, un 11% más que en 2020, según Afydad.