El rugby inglés consigue mitigar la crisis del Covid-19 con la renovación de su acuerdo de patrocinio con O2. La compañía británica de telecomunicaciones, filial de Telefónica, continuará como patrocinador principal de la Rugby Football Union (RFU), con un contrato a largo plazo a razón de 7,5 millones de libras (8,2 millones de euros), según Daily Mail.
La extensión del contrato, que expiraba en 2021, aplaca en parte los graves problemas financieros que atravesa la federación británica, que cuenta con problemas de liquidez ante la falta de público en los estadios y las complicadas previsiones económicas que se aventuran para el próximo año. La compañía de telecomunicaciones tiene presencia en el frontal de las camisetas del XV de la Rosa, así como en los espacios publicitarios de Twickenham, el estadio de la RFU.
El golpe del Covid-19 en la federación motivó que Bill Sweeney, director ejecutivo de RFU, solicitara un rescate económico la pasada semana al Gobierno para poder hacer frente a la nueva situación del rugby y de los clubes de la Gallaguer Premiership, la Primera División del rugby inglés, para los que la afluencia de público y el ticketing tienen gran incidencia en su cuenta de resultados. Los clubes llevan meses advirtiendo de su frágil situación financiera y el propietario de los Sale Sharks, Simon Orange, ha propuesto exenciones fiscales como una medida añadida al rescate pedido por la RFU.
El empresario cuantificó en 50 millones de libras (54,7 millones de euros) la contribución de la liga al Estado a través de impuestos, “con lo que al Gobierno no le conviene a largo plazo ver desaparecer a los clubes. Estamos en modo supervivencia y existe un riesgo real de que desaparezcamos”, apuntó Orange a este respecto.
La noticia del acuerdo entre la RFU y O2 se conoce pocos días después de que en el otro lado del mundo, la aerolínea Qantas anunciara que finalizaba su relación con la federación australiana de rugby tras tres décadas como patrocinador principal.