La guipuzcoana Ane Mintegi hizo historia en el tenis español el pasado julio. A sus 17 años, se convirtió en la primera jugadora en conquistar el torneo junior de Wimbledon. Este verano, además, se ha estrenado en el circuito WTA, donde otra española, Garbiñe Muguruza, permanece en el top ten mundial. Dentro de las 50 mejores también se han asentado Paula Badosa y Sara Sorribes. Su talento les ha llevado hasta ahí, pero esa calidad necesita de un apoyo en los primeros pasos. Esto es lo que piensan en la Real Federación Española de Tenis (Rfet), y por ello ha incrementado sus ayudas a clubes organizadores de torneos femeninos hasta una cifra récord de 426.000 euros este año. A ello se le puede sumar la partida en becas para jóvenes promesas, donde se encuentra Mintegi, con un importe de 130.000 euros. En total, 556.000 euros sólo por estos dos conceptos.
La federación ha apostado por la posibilidad de que las tenistas puedan competir en casa el máximo número de torneos posibles. Este 2021, sin ir más lejos, hay programados un total de 26 torneos femeninos del ITF World Tennis Tour, antesala del WTA Tour y puntuables para el ranking mundial. Un número similar al de los últimos años, pero con una diferencia sustancial: siete de ellos son de categorías de W60 y W80. O lo que es lo mismo, que reparten un prize money de 60.000 dólares (51.000 euros) y 80.000 dólares (68.000 euros), respectivamente.
Por otro lado, la RFET ha reforzado también su programa de becas con el que apoya económicamente a 13 jóvenes jugadoras; y entre ellas, como se explicaba anteriormente, se encuentra la reciente campeona Mintegi.
España también ha multiplicado el número de torneos juniors, “gracias a las gestiones realizadas con la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés)”, creando un calendario que convierte a España en el país con mayor número de eventos Sub’18 en todo el mundo, con un total de 20, destaca la Rfet.
“Estoy feliz por este paso adelante que han dado nuestras jugadoras en los últimos meses. Es cierto que en la élite hemos estado bien representados y estamos orgullosos de ello. Pero realmente el trabajo de la federación es dar estabilidad a las jugadoras más destacadas y ayudar a otras que vienen por detrás”, apunta el presidente de la Rfet, Miguel Díaz.
Además de invertir, ahorrar en tiempo y gastos
Esta apuesta de la federación tenística para que España tenga mayor presencia en los calendarios internacionales no sólo supone más posibilidades de mejorar rendimientos de las jugadoras, también genera un mayor ahorro para ellas: en tiempo y en gastos (alojamiento y dietas).
“Las jugadoras agradecemos muchísimo que tengamos la oportunidad de jugar torneos de este nivel en casa”, explicaba la joven promesa española Rebeka Masárová, de 22 años, tras vencer en el Araba World Tennis Tour (W60), celebrado en Vitoria-Gasteiz.
A ello se han de sumar las wild card, esas invitaciones para participar en los torneos que reparte la organización. Cuando los campeonatos se disputan en España, la preferencia la tienen las tenistas nacionales. En virtud de los acuerdos alcanzados con los promotores de los torneos, la Rfet otorga dos tarjetas en los cuadros finales y otras dos en las frases previas.
“Este trabajo desde la base con los torneos ITF está haciendo que las jugadoras jóvenes con potencial puedan competir en unas condiciones que les permite desarrollar sus capacidades al máximo sin necesidad de salir de su país”, destaca desde la élite la capitana de la Selección española absoluta, Anabel Medina. El tenis español, mediáticamente acaparado por Rafa Nadal, ha hecho all in para que nuevas promesas puedan reinar en el WTA, los Grand Slam o Paris 2024.