La Real Federación Española de Fútbol (Rfef) ha logrado aprobar, finalmente, sus cuentas de 2021. El organismo deportivo estaba a la espera de la respuesta de sus auditores para llevar a ratificación los resultados económicos del último año, en el que la federación registró unos beneficios de 32,8 millones de euros, cifra récord, aupada por los cobros de los premios de su participación en la Euro 2020 y el aumento del porcentaje que recibe por los derechos de televisión de LaLiga.
Las cuentas han sido ratificadas en una asamblea extraordinaria en la que han participado 99 personas; la mayoría de ellas vía online. El plazo para aprobarlas expiraba este jueves. En un comunicado, la Rfef ha destacado que el informe de auditoría “no contiene ninguna salvedad ni párrafo de énfasis, ni en relación con el balance de 2021, ni en cuanto a los otros aspectos recogidos: la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo, y la liquidación del presupuesto de ingresos y gastos referidos exclusivamente al ejercicio 2021”.
Todo ello responde a la exigencia de LaLiga a la Rfef para que justifique el uso de hasta 267 millones de euros aportados por la competición entre 2009 y 2017. Esta petición no se ha despejado, ya que la auditoría se refiere únicamente a 2021. La gestora del fútbol profesional pone en entredicho el buen uso de fondos que transfirió a la federación –por entonces, presidida por Ángel María Villar– para viajes, alojamientos, dietas y para el fútbol no profesional, entre otros conceptos.
De vuelta al cierre del ejercicio, la federación de fútbol logró disparar sus ingresos un 60,8% en el pasado ejercicio, hasta 369,8 millones de euros. Este volumen de ingresos representa más que el doble que en 2017, año en que Luis Rubiales llegó al organismo, si bien la comparativa correcta debería ser con 2016, que es cuando también hubo Eurocopa.
Dos hechos explican esa diferencia. El primero, como se apuntaba, es que en 2017 no se disputó la competición continental de selecciones, por la que España recibió 19,3 millones de euros sólo en premios el año pasado por alcanzar las semifinales. A eso hay que sumar los derechos de televisión.
El segundo es que, si bien LaLiga ya destinaba recursos al desarrollo del fútbol no profesional en 2017, esa cifra se ha aumentado en los últimos años a raíz de la firma de los Pactos de Viana. En 2021, en concreto, fueron más de 100 millones de euros, que alcanzan los 160 millones de euros si se incluye lo que generan los derechos de Copa y Supercopa, donde sólo juegan equipos de LaLiga.
De hecho, de los 125 millones anuales que LaLiga aporta al resto del deporte español, la mitad van destinados a la Rfef. Estos recursos proceden del 2% de los ingresos de LaLiga por televisión y del convenio de coordinación, así como otros fondos que llegan a la Rfef a través del CSD y que están destinados al desarrollo del fútbol femenino y aficionado.
En la asamblea extraordinaria también se ha aprobado el destino del superávit de 2021: 30 millones de euros irán a parar a un fondo de contingencia e infraestructuras –“para imprevistos y abordar proyectos de futuro como puede ser el Mundial 2030”, explicó el tesorero de la Rfef, Eduardo Bandrés, en la asamblea de mayo–, y los 2,8 millones restantes al fondo social.
