España sube su apuesta por el mundo del motor. A los esfuerzos económicos que están realizando las sedes de los grandes premios de Fórmula 1 y MotoGP para continuar albergando estas competiciones se suma el interés de nuevos players del mercado, como Tenerife, Madrid o Sevilla, por jugar un papel destacado dentro de esta industria. Algo que no es difícil de entender si se tiene en cuenta que sólo el Gran Premio de España de Fórmula 1, celebrado en mayo de 2022, supuso un impacto económico de 163 millones de euros. En total, se han anunciado inversiones que en conjunto superan los 50 millones de euros.
Buen ejemplo de ello es el proyecto anunciado recientemente por el cabildo de Tenerife, que invertirá 48 millones de euros en la construcción de un circuito que se prevé que esté finalizado de cara a 2027. El plan ya ha recibido el visto bueno de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), y el objetivo del Gobierno canario es que esta instalación, que se construirá en Granadilla de Abona (cerca del aeropuerto de Tenerife), cuente con la homologación FIA grado 2 + 1T y la de grado B + AT para que pueda albergar entrenamientos de MotoGP y Fórmula 1.
Un paso más allá ha ido la Comunidad de Madrid, donde la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, anunció su intención de que la capital se convirtiera en la sede de un Gran Premio del Mundial de Automovilismo. De hecho, Ayuso se puso en contacto con el presidente y consejero delegado de Fórmula 1, Stefano Domenicali, para trasladar su propuesta en firme. Eso sí, adecuar el complejo exigirá una inversión que se ha cifrado en torno a los 80 millones de euros, a los que habría que añadir más de 20 millones de canon anual a la competición.
Además, este no fue el primer movimiento de la CAM para acercarse al mundo del motor. En febrero el gobierno autonómico de Madrid llegó a un acuerdo con el Real Automóvil Club de España (Race) para rebautizar el trazado del Circuito del Jarama con el fin de posicionar a la región como impulsora del deporte de competición.
A estas muestras de interés hay que sumar el proyecto para construir un circuito en Sevilla, que la Junta de Andalucía habría reactivado en los últimos meses con una inversión inicial de 5 millones de euros en la compra de terrenos. El plan se vio paralizado por la llegada de la pandemia de coronavirus, aunque ahora ha vuelto a resurgir. El gobierno autonómico andaluz ha llevado a cabo un trámite decisivo y está previsto que en unos días se cierre el plazo de alegaciones para poder instalar el trazado en Carmona, un municipio situado al noreste de la capital hispalense. De acuerdo con el proyecto, este sería el tercer circuito más largo de España, sólo superado por el de Barcelona y Motorland.
Fuera de este plan, Andalucía es una de las regiones que más localizaciones tiene para la práctica de deportes de motor. Más allá del trazado por excelencia, ubicado en Jerez de la Frontera y ahora denominado Ángel Nieto (el único que tiene la MotoGP al sur del país), existen otros cuatro recintos: el trazado en Tabernas (Almería), el de Guadix (Granada), el Circuito Mike G que fue reconstruido en 2007 cerca de Sierra Nevada, y otra instalación ubicada en Ronda.
Otra de las regiones que quiere asegurar la viabilidad de su circuito y posicionarlo en el sector es Navarra. La gestora de las instalaciones, el organismo público Nicdo, ha puesto en marcha el proceso de venta del circuito, con el objetivo de que un inversor internacional con experiencia en el sector se haga con la gestión y logre llevar al trazado al camino de la rentabilidad económica. Esta nueva operación, para la que no se ha marcado públicamente un objetivo económico, se produce tras el intento fallido de colocar la promotora por 15 millones de euros.
“Queremos encontrar a un inversor con una mirada internacional, que pueda traer eventos también de carácter internacional, generar sinergias con otras instalaciones que pueda estar gestionando en la actualidad, aprovechar los contactos y recursos que ya tiene al operar en infraestructuras similares, etc. El objetivo con la venta es que el circuito pase a estar gestionado por un operador especializado, que es quien más y mejor partido va a sacar a la infraestructura”, destacaba a 2Playbook y el Confidencial Ramón Urdiaín, gerente del organismo.
Carrera por retener los grandes premios
Pero no sólo han acelerado el paso estos nuevos players del mercado. Las sedes habituales del Mundial de Automovilismo y el de Motociclismo también han tenido que redoblar sus esfuerzos para retener a las principales competiciones de motorsport. Este es el caso del Circuit de Barcelona-Catalunya, que se ha asegurado la celebración de MotoGP hasta 2026, a cambio de pagar a Dorna Sports el doble de lo que venía pagando hasta la fecha. Una cantidad que aumentará, desde los 4,5 millones hasta los 9 millones de euros de canon que aproximadamente paga desde 2022.
Lo mismo sucederá con el resto de trazados. El Ejecutivo autonómico valenciano, dueño del Circuito de Cheste, pagará 44,5 millones de euros hasta 2026, a razón de un canon de 8,9 millones de euros por edición. Por su parte, el Gran Premio de España de Jerez ya ha confirmado que estará dentro de la rotación y pagará a la gestora del Mundial un total de 16 millones de euros para asegurarse los grandes premios de 2022,2023 y 2025. Esta cifra supone incrementar en un 55% el fee que la región venía pagando hasta la fecha por acoger la competición.
Por último, el Gran Premio de Aragón renovó su acuerda con Dorna y recibirá al campeonato durante las temporadas de 2022, 2024 y 2026. Para ello la comunidad pagará 24,7 millones de euros por todo el periodo, que comenzará con un canon inicial de 8 millones por la edición de 2022, que posteriormente irá incrementándose un 3% interanual. Estas subidas en el precio del fee, que han tenido que asumir todos los circuitos, obedecen a la estrategia de alternancia que la gestora ha asumido con el objetivo de establecer nuevas relaciones con otros países donde llevar la MotoGP, especialmente en Asia.