El pádel sigue viviendo su particular soufflé, ahora, en mercados emergentes como Estados Unidos, Alemania, Australia y Oriente Próximo. Tanto, que se prevé que el sector triplique su tamaño hasta 6.000 millones de euros en 2026. Sólo el año pasado movió un volumen de facturación cercano a los 2.000 millones de euros, según se desprende del estudio Global Padel Report, realizado por la consultora Monitor Deloitte en colaboración con Playtomic. ¿Pero cómo se reparte el negocio del ecosistema?
Las gestoras de instalaciones de pádel, entre las que se incluyen clubes, gimnasios y otros centros deportivos, facturaron alrededor de 1.200 millones de euros en 2022 en todo el mundo y representaron más de la mitad del negocio que genera este ecosistema. Es decir, se prevé que la facturación aumente de media un 35% anual en el ciclo 2022-2026 y el número de pistas se eleve hasta 84.250, más del doble de las 37.432 que se contabilizaron en 2022. La previsión para 2023 es generar un negocio agregado de 1.775 millones de euros entre las gestoras, que facturan a través del alquiler de pistas y material.
Además, el precio por hora de alquiler se prevé que aumentará hasta 32 euros, por los 25 euros que se cobró de media en 2022. El precio de alquiler varía según la demanda, siendo las tardes y las noches de lunes a viernes el momento álgido, y las mañanas entre semana las horas valle.
Casi una cuarta parte del negocio total que movió el sector, 370 millones de euros, se lo llevaron los fabricantes de palas. Los fabricantes de pistas, como All for Padel o Padel Galis, aportaron 200 millones de euros, mientras que la ropa deportiva especializada generó 100 millones. En el caso de las pelotas y de otros accesorios, generaron un volumen menor, 80 millones. El informe también apunta que los principales torneos de pádel profesional, World Padel Tour, Premier Padel y A1Padel, generaron 35 millones de euros en concepto de derechos audiovisuales y otros 15 millones por la venta de entradas a sus eventos.
El principal grueso del incremento del negocio procedente de la gestión de las instalaciones, principal capitalizador del negocio, llegará por la apuesta de mercados emergentes como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, India, China y otros territorios de Oriente Medio. En total, se prevé un crecimiento anual medio del 22% entre 2023 y 2026, alcanzando las 84.250 pistas en todo el mundo. Esta cifra representa prácticamente el triple de las 37.432 pistas registradas el año pasado y el doble de las 47.000 con las que se prevé que finalice 2023.
Casi un tercio de éstas, 15.300 pistas, se encuentran agrupadas en 4.100 instalaciones deportivas en España, que repite un año más como el principal mercado mundial del pádel a nivel de volumen de equipamientos. En 2022 el mercado español creció un 10% tras añadir 1.300 nuevas pistas. El informe, además, apunta que, con el volumen actual de demanda, aún existe margen para un 7% más de pistas en el país, lo que representa que aún cabrían algo más de 1.000 pistas por todo el territorio. De momento, en España existe una pista por cada 3.075 habitantes. Le siguen Italia, con 6.470 pistas; Suecia, con 4.200 equipamientos; y Francia, con 1.506 unidades.
Uno de los retos a futuro de este deporte es conseguir una plaza como deporte fijo en los Juegos Olímpicos. Un requisito separa al pádel de la posibilidad de optar a una cita olímpica: el mínimo de países donde se compite cada modalidad. El Comité Olímpico Internacional exige que un deporte se juegue en al menos 75 países de cuatro continentes, en la modalidad masculina, y en 40 países de tres continentes, en la femenina, para poder optar a tener presencia en unos Juegos.
El camino de internacionalización que busca con la expansión de distintos circuitos profesionales se espera que sirva al pádel para poder optar a las próximas citas. De momento, sin embargo, ya sabe seguro que no podrá optar ni a París 2024 ni a Los Ángeles 2028, ya que las disciplinas para cada cita olímpica se aprueban con siete años de antelación. Así, dispone de dos años para ampliar su base y poder optar a estar presente a Brisbane 2032, cuyas modalidades se decidirán en 2025.