Ellos hacen deporte con mayor frecuencia y gastan más en practicarlo; ellas prefieren el fitness al deporte competitivo, y durante la cuarentena hicieron más deporte que los hombres. Son datos que ayudan a definir la radiografía de la práctica de actividad física en Cataluña, la comunidad autónoma con más federados y una elevada tasa de penetración de los gimnasios en la sociedad. A más práctica deportiva más negocio generado a la industria deportiva, aunque aún siguen dándose grandes diferencias. Los catalanes gastan un 82% más en actividad física que las catalanas, según la Encuesta sobre actividad física y deportiva en Cataluña en 2019, elaborada por el Consell Català de l’Esport.
De media, ellos gastaron 351 euros en el año previo a la pandemia, por los 193 euros que invirtieron ellas. El gasto asciende a medida que lo hace la frecuencia de la práctica deportiva, ya que los hombres que se ejercitan regularmente gastan 679 euros, por los 375 euros que reservan las mujeres. El motivo es que, a la compra de equipamiento para practicar una disciplina (calzado, ropa o raqueta, por ejemplo), se suma el alquiler de pistas o el pago de un abono al gimnasio. De hecho, el 34% de los catalanes que se ejercita con asiduidad es socio de un club, por el 22% de las mujeres. El resto se entrena sin estar afiliado a ninguna entidad, como puede ser al aire libre o en casa.
En cuanto a los practicantes no regulares, estos gastan 338 euros, por los 150 euros al año que desembolsan ellas. Eso sí, las catalanas sedentarias superan en gasto a los varones que no se ejercitan: su cesta de la compra deportiva está valorada en 54 euros, por los 37 euros de ellos.
Los datos están recogidos en el informe La mujer en el deporte, elaborado por el Observatorio Catalán del Deporte y el Observatorio de la Igualdad de Género, que apunta a que “las desigualdades de género tienen un impacto directo en el tiempo que dedican las mujeres y los hombres al deporte” y sostiene que se debe al “reparto desigual de las labores del hogar, del que mayoritariamente se responsabilizan las mujeres”.
La encuesta revela que el 73% de los hombres residentes en Cataluña practica deporte con regularidad, por el 72% de las mujeres; en ambos sexos el 10% de la población se declara no practicante, mientras que un 18% de ellas se ejercita, pero de manera no habitual, por el 17% de ellos. Es decir, el porcentaje de práctica deportiva es similar. Donde se encuentran diferencias es la frecuencia de práctica deportiva de quienes sí se entrenan con asiduidad.
Por ejemplo, el 33% de los varones lo hace con regularidad intensa, por el 25% de ellas. La diferencia es de ocho puntos porcentuales, ya que ellas suelen entrenarse con una regularidad media (32%) o baja (15%), mientras que un 29% de ellos lo hace con regularidad media y un 11% con regularidad baja.
Pero, ¿qué actividad física realizan? Las más habituales son caminar, nadar y senderismo, aunque se encuentran claras diferencias entre las disciplinas elegidas por hombres y mujeres. Por ejemplo, un 18% de los catalanes juega al fútbol, por sólo el 2% de las mujeres; un 29% va en bicicleta, mientras que ellas sólo representan un 12%. En torno a un 20% de ellos sale a correr y hace actividades de musculación, un porcentaje que entre las catalanas es cercano al 12%. En cambio, el 25% de ellas realiza actividades dirigidas en grupo en un gimnasio (12% de los varones) y hasta un 12% practica yoga (2% de los catalanes).
La pandemia, que ha supuesto el cierre temporal de centros deportivos, ha provocado una migración de la práctica deportiva desde la instalación al aire libre. El informe no ofrece datos de 2020, pero en el año anterior a la crisis sanitaria el 86% de los y hombres que hacían ejercicio lo practicaron fuera de la instalación, por el 83% de las mujeres.
Eso sí, muchos compaginaron su actividad con la práctica en un centro deportivo. El 65% de los catalanes y catalanas se entrenaron en un complejo deportivo, siendo la más habitual la sala de fitness y de actividades dirigidas de los gimnasios. Es una opción por la que se decantaron el 48% de las mujeres que sí hicieron deporte, por el 37% de los hombres. Las piscinas fueron el segundo espacio más utilizado, por el 32% de los hombres y el 31% de las mujeres que se declararon físicamente activas.
Las pistas y campos de entrenamiento, como pistas de pádel, de baloncesto o estadios de fútbol, fueron la opción elegida por entre un 17% y un 20% de los catalanes, un porcentaje muy inferior en el caso de las mujeres: sólo un 2% se entrenaron en campos, por el 7% que lo hicieron en pistas. Esta diferencia se explica por las disciplinas elegidas: ellas prefieren actividades dirigidas, fitness y yoga; ellos también practican deporte federado, competitivo y de equipo, como fútbol o baloncesto.
De hecho, el 75% de las licencias federadas en Cataluña son masculinas, por el 25% femeninas. El 93% de las licencias de fútbol son de hombres, mientras que las catalanas suponen más del 56% en disciplinas como patinaje, hípica y voleibol, y en deportes como la gimnasia alcanzan el 88%. Una de las notas positivas es que el porcentaje de mujeres deportistas de alto nivel en 2020 fue del 51%, superando al de varones; es más, en 2010 el porcentaje era del 45%, elevándose en seis puntos porcentuales en la última década.
Pero, ¿cómo ha cambiado la práctica deportiva en el confinamiento? Si bien el estudio no especifica qué tipo de actividades físicas se realizaron, sí pone el acento en el tipo de actividades que se realizaron desde casa. La actividad estrella fue mirar la televisión en directo y bajo demanda, seguido de navegar por Internet para informarse, escuchar música, consultar las redes sociales y leer. El deporte ocupa la sexta posición del ranking de actividades de ocio realizadas en abril de 2020, cuando el confinamiento domiciliario aún estaba en vigor. Y es en este punto en el refleja un mayor interés de las mujeres hacia la práctica deportiva. De hecho, el 50% de ellas dedicó su tiempo libre a ejercitarse en casa, por el 40% de los catalanes.