Ya es oficial. Tras meses de investigaciones y cuatro semanas después de que la Comisión Europea autorizara la operación, Alphabet, matriz de Google, ha cerrado la compra de Fitbit por 2.100 millones de dólares (1.723 millones de euros). La información facilitada al regulador bursátil estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) detalla que el fabricante de pulseras de actividad y relojes inteligente dejará de cotizar en el Nasdaq tras su integración en la multinacional norteamericana.
“Este acuerdo siempre se ha centrado en los dispositivos, no en los datos, y hemos tenido claro desde el principio que protegeremos la privacidad de los usuarios de Fitbit”, ha aclarado Rick Osterloh, vicepresidente de dispositivos y servicios de Google. Este acuerdo impulsará la presencia de Google en el mercado de los wearables ya que, aunque la compañía no fabrica relojes inteligentes, proporciona el software que utilizan otras empresas para poder crear este tipo de dispositivos.
La compañía ha afirmado que se permitirá a los usuarios de Fitbit tener la opción de conectarse a servicios de terceros, para que aún puedan conectar diferentes aplicaciones de salud y bienestar a sus cuentas de Fitbit.
“Trabajamos con los reguladores globales en un enfoque que protege las expectativas de privacidad de los consumidores, incluida una serie de compromisos vinculantes que confirman que los datos de salud y bienestar de los usuarios de Fitbit no se utilizarán para los anuncios de Google y estos datos se separarán de otros datos de anuncios de Google”, ha añadido Osterloh.