En la industria deportiva, todos los caminos parecen llevar a Estados Unidos. Al Madison Square Garden de Nueva York, al AT&T Stadium de los Dallas Cowboys, a las oficinas de la NFL… Esta última competición factura más de 20.000 millones de dólares (18.604 millones de euros), el doble que la NBA. Sin embargo, el baloncesto norteamericano es mucho más global y cercano al aficionado de cualquier parte del mundo. Cada uno tiene su parcela de liderazgo, y ahora el fútbol -o el soccer como lo llaman allí- también quiere sumarse.
La llegada de Leo Messi a Miami y las inversiones que se están realizando al calor del próximo Mundial de 2026 han disparado el interés por el deporte rey en un mercado con alto potencial estratégico. La Fifa ya tiene oficina comercial en la región, y todas las grandes ligas apuestan por estar cada vez más presentes. Todas las propiedades quieren conocer de primera mano el proceder del deporte americano, conocer sus particularidades y aprender los secretos para convertirse en negocios milmillonarios.
Por ello, Estados Unidos es el destino elegido por un número creciente de programas académicos. Es el caso del MBA en Gestión Deportiva de la Escuela Universitaria Real Madrid – Universidad Europea. Como parte del curso académico, se organizan viajes a Nueva York para visitar algunas de las instituciones más relevantes del deporte americano y recibir masterclasses de sus directivos. La experiencia responde a la vocación internacional que requiere hoy una industria deportiva global en la que conviven diferentes modelos de gestión y donde el espíritu innovador resulta clave. Para ello, viajar y conocer otras formas de trabajar apoya la formación del profesional del presente y del futuro, generando un valor diferencial.
En concreto, el modelo deportivo americano es uno de los que más se mira desde otros continentes. Un modelo que parte de una máxima: el resultado deportivo no lo es todo. No hay descensos y, por ende, el ticket de entrada a sus competiciones es más caro pero la inversión conlleva menos riesgos. Los gestores trabajan tanto en reforzar la plantilla como la marca. En la mayoría de casos, el branding y cómo la franquicia conecta con el ecosistema y su entorno tiene aún más peso que lo deportivo.
El 'branding' y cómo la franquicia conecta con su ecosistema tiene más peso que lo deportivo
Un claro ejemplo son los New York Knicks, una franquicia que no gana la NBA desde hace medio siglo. Su última final fue en 1999 y en cambio es la franquicia que más ingresos genera y la que más vale. Según Forbes, el año pasado generó 169 millones de dólares (157 millones de euros) en ingresos de explotación y su valoración ya alcanza los 6.600 millones de dólares (6.139 millones de euros). Esta temporada, el parche de la camiseta –el único activo de la equipación que puede lucir publicidad en la NBA– de los Knicks promocionará Abu Dhabi como destino turístico.
El icónico Madison Square Garden, per se, es una unidad de negocio propia y uno de los puntos de visita de los alumnos del MBA. Además de conocer el modus operandi de esta instalación, también es relevante pulsar la forma en la que el deporte americano liga la alta competición con el entretenimiento. Cómo se trabaja un evento tan mediático –y rentable– como el show del descanso de la Super Bowl. Un espacio muerto en mitad del partido que la NFL lo revitalizó tanto que Apple paga 50 millones de dólares (47 millones de euros) anuales por darle nombre.
Muchas de estas acciones son replicables en España. Aunque el modelo deportivo difiere casi por completo, las propiedades nacionales y europeas están trayendo de allí ideas y formas de pensar, sobre todo, en materia de gestión, de marketing y de internacionalización.
Otros viajes y oportunidades laborales
Además de Nueva York, en el MBA en Gestión Deportiva de la Escuela Universitaria Real Madrid – Universidad Europea, también se visitan otras ciudades y regiones. Londres es una de ellas. Si Nueva York es la capital del espectáculo deportivo, Londres representa la profesionalización del deporte en Europa.
Con ese modelo referente en el fútbol como es la Premier League, avanzada en su tiempo para la explotación de los derechos audiovisuales, o Wimbledon, uno de los Grand Slams de tenis más icónicos. Además, la ciudad ofrece a los alumnos la oportunidad de conocer IMG, una de las principales agencias de marketing deportivo a nivel mundial, y ver in situ Wembley, Twickenham o el Tottenham Hotspur Stadium, tres recintos de última generación.
Twickenham, la catedral del rugby y sede de la federación inglesa, cuenta con un hotel de 4 estrellas en su interior. Y en la casa de los Spurs, fuera de los días de partido, puedes ver Londres desde las alturas a través de su innovador skywalk, disfrutar de carreras de karting u organizar eventos profesionales de gran tamaño. Todo ello son nuevas vías de generar ingresos y oportunidades de alcanzar disruptivos acuerdos comerciales para el crecimiento de las propiedades deportivas.
Otros territorios que también se han visitado en el MBA de la Escuela Universitaria Real Madrid – Universidad Europea en los últimos años, son Suiza, base de las grandes federaciones internacionales, o Alemania, donde se encuentran Adidas o el Bayern de Múnich, dos referentes en la industria deportiva. Y más cerca, Portugal, donde sus clubes de fútbol representan un modelo de gestión muy particular: el de ser diferenciales y crecer a través de la inversión en sus canteras y la gestión del talento que allí nace.