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Liga profesional y más de 57.000 fichas: el fútbol femenino encara una nueva era llena de retos

Más de 733.000 mujeres practicaron fútbol en España en 2020, aunque la pandemia desinfló un ‘boom’ que espera recuperarse con la liga profesional. Con presupuestos de entre uno y siete millones, queda revalorizar derechos audiovisuales y comerciales.

El boom del fútbol femenino

Hoy son pocos los políticos, dirigentes y patrocinadores que no hablan de fútbol femenino, pero las cifras son las que han de sostener un crecimiento que sus protagonistas califican de “imparable”. Como tutor de su maduración, el Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), se ha comprometido a invertir 31 millones de euros en la nueva liga de fútbol profesional femenina, que arrancará este verano y supone un hito en el deporte español e internacional. Será la primera competición femenina con esta condición y otros países, como Italia, ya se han inspirado en ella para iniciar el mismo camino. España cuenta, además, con uno de los mejores clubes de Europa, el FC Barcelona, y cada vez más clubes de LaLiga están apostando por incorporar sección femenina a su estructura deportiva.

Cuando Andrés Iniesta levantó la Copa del Mundo en 2010, la Rfef todavía diseccionaba al futfem entre “femenino” y “femenino base”. Ni rastro de profesional. En total, se contaban 23.485 licencias, por las 620.281 de los chicos. Pero todos estos movimientos han permitido que el fútbol 11 femenino, el más practicado, crezca un 83% en fichas en el último lustro prepandemia, hasta las 54.771 licencias federativas, según la Real Federación Española de Fútbol (Rfef). En 2015, apenas había 48 jugadoras calificadas como profesionales, por las 866 en la 2020-2021.

Incluso, confinamiento y crisis pandémica mediante, la cifra aumentó, hasta un 30%. Y los practicantes en todas sus disciplinas (incluyendo fútbol sala y fútbol playa) se cuentan por 733.000 personas, según datos del Ministerio de Cultura y Deporte. ¿La razón? Mayor visibilidad mediática e inversión de marcas y clubes, que en la Primera Iberdrola ya trabajan con presupuestos que superan el millón de euros.

El fútbol 11 femenino creció un 83% en el último lustro prepandemia, hasta las 54.771 licencias

Aunque la sostenibilidad económica de estas secciones y clubes independientes aún no se divisa sin apoyos públicos y privados, hoy hay quien promete 50 millones de euros de inversión privada para la nueva liga profesional. Maria Teixidor, exdirectiva del FC Barcelona que se responsabilizó de la sección femenina del club, ha presentado su precandidatura para presidir la nueva gestora privada de la competición –una vez la Rfef transfiera a los clubes la competición– con un contrato de 40 millones del fondo norteamericano Muse Capital. Los otros 10 millones los inyectaría la start up Gloria, que compraría el naming que mantiene desde hace años Iberdrola, el gran patrocinador del deporte femenino español.

Esta promesa financiera de Teixidor -que entre los clubes ven con escepticismo si, además, sólo se diese si gana ella- evidencia que los mercados y los stakeholders creen en la rentabilidad del fútbol femenino como competición deportiva profesional. “Por eso, no hay que perder más tiempo”, pide Amanda Gutiérrez, presidenta de Futpro, sindicato mayoritario de la Primera Iberdrola, cuando 2Playbook le pregunta por la tardanza con la que los clubes han firmado el acta fundacional con el que la rueda del profesionalismo se pondría a andar. Finalmente, ha llegado dos meses después de la fumata blanca al acuerdo para los nuevos estatutos de la liga.

La semana pasada arrancó la carrera a la presidencia de la competición, con pocas opciones para las dos alternativas que inicialmente surgieron. Nos referimos a la ya mentada de Teixidor; la de la exfutbolista Ainhoa Tirapu y la exdirectora de fútbol femenino de la Rfef Dolores Martelli, que fue quien firmó el acuerdo con Iberdrola, y una última opción oficialista. Beatriz Álvarez, directora de Deportes del Principado de Asturias, llega con el aval de los equipos unidos en la original Asociación de Clubes de Fútbol Femenino y lo tiene todo a su favor para ser la única que consiga los cuatro avales que como mínimo se requieren para optar al cargo.

Una vez se formalice el nuevo organigrama, es cuando se podrá activar el primer tender audiovisual conjunto del fútbol femenino español. ¿El objetivo? Superar los 2,5 millones de euros que abonaba Mediapro por la mayoría de los derechos. Pero parece complejo alcanzar a la Premier League, que firmó recientemente un contrato de 8 millones de libras anuales (9,4 millones de euros), hasta 2024, con BBC y Sky. El techo europeo estaría ahí. Y eso que ningún club inglés ha alcanzado las semifinales de la Women’s Champions League, que vuelve a contar con el FC Barcelona como finalista. Las blaugranas buscarán repetir el éxito de 2020-2021. “Tenemos al mejor equipo y a la mejor futbolista del mundo (Alexia Putellas). Y ya hay rumores de que talento de nuestra liga que se puede ir para la Premier”, lamenta Gutiérrez.

“Será muy importante poner al frente de esta Liga alguien que sepa manejar un buen proyecto. El dinero, sin proyecto, no basta”, asegura la presidenta de Futpro. Al respecto, el CSD ya ha prometido una inversión de 16 millones de euros en la mejora de instalaciones deportivas, tal y como avanzó 2Playbook, así como otros 15 millones de euros para arrancar la competición profesional, con una partida de cinco millones anuales durante las tres primeras temporadas.

Aunque los recursos de los equipos de la Primera Iberdrola van al alza cada temporada, el presupuesto mínimo en la competición se sitúa en torno al millón de euros. Ahora, hay varios clubes cuya apuesta supera notablemente esa cantidad. El principal ejemplo es el Barça, con un presupuesto de 7,5 millones para volver a ganar la liga, con pleno de victorias, y repetir final en la Champions League. Por detrás de las vigentes campeonas europeas está su gran rival, el Real Madrid, un recién llegado al fútbol femenino que ha acelerado la marcha con una apuesta de 3,4 millones en su primer año en la élite.

Esta situación pone en riesgo la permanencia de los clubes independientes –aquellos que no dependen de un equipo de LaLiga–, impulsores del fútbol femenino cuando no tenían el eco mediático de hoy, y a los que les cuesta mucho más encontrar recursos para permanecer entre las mejores. Sin embargo, algunos como la UD Granadilla Tenerife, quinto clasificado en la recién acabada Primera Iberdrola, cuentan con un presupuesto de 1,7 millones de euros. En esa partida de ingresos tiene especial relevancia el Cabildo de Tenerife, que le aporta 1,2 millones de euros por el patrocinio turístico de la isla. Recientemente, renovó el acuerdo hasta 2024, lo que le garantiza 3,5 millones por esta vía. Además del apoyo del Cabildo, cuenta con el patrocinio principal de la empresa cárnica Egatesa, y una cartera comercial compuesta por más de una decena de socios comerciales.

Pero ahora, los clubes españoles tienen un temible rival en la liga inglesa, donde sus grandes clubes –todos dependientes de la Premier League– manejan presupuestos de entre cuatro y ocho millones de euros. Además, todo hace prever que con los nuevos lucrativos acuerdos de televisión y el naming permitirá a la competición seguir aumentado estas inversiones.

Algunos clubes, como la Real Sociedad, ya han anunciado que crearán un edificio específico para el equipo femenino, así como un miniestadio que será utilizado por ellas.

Además de su condición de profesional, las futbolistas tienen la opción de diferenciarse de los jugadores en aspectos como la educación, donde requieren apoyo de los clubes para no dejar de lado los estudios cuando dan el salto a la profesionalización, así como para cuando decidan ser madres.

“Pediremos que se ofrezcan guarderías y espacios de lactancia en las ciudades deportivas”, apostilla Gutiérrez. Sin techo, como coinciden desde los diferentes players del fútbol femenino, la clave es “que la competición sea sostenible a medio plazo”.  El balón está a punto de rodar.

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