El virus del Covid-19 ha debilitado el sistema inmunológico de la industria del deporte con un ataque que irá seguro más allá del 2020. En cifras, la crisis provocada por la pandemia mundial desacelerará el ritmo al que crecía el sports business en los últimos años. Si desde 2015 la industria crecía al 8% anual, los líderes de los principales players del sector barruntan ahora progresar con una tasa de crecimiento anual del 3,3% hasta 2025, según un informe de PwC.
De los 780 altos directivos encuestados por la consultora, el 30% prevé que el mercado deportivo no crezca el próximo lustro. Las dos principales áreas que se verán debilitadas son los patrocinios y el ticketing: el ritmo de incrementos de los contratos de esponsorización han descendido a la mitad, del 4,5% al 2,2%, mientras que la tasa de ingresos por venta de entradas ha desacelerado del 3,2% al 0%, a causa de la prohibición de dejar entrar al público a los estadios. Por otro lado, el merchandising ha decrecido ligeramente en el último año, del 4,1% al 3,4%.
En clave positiva para la industria del deporte, el informe destaca el crecimiento de las apuestas deportivas y de lo eSports. Las casas de apuestas se han convertido en un “impulsor clave” en el sector, según los encuestados, con un crecimiento anual previsto hasta 2025 del 7,2%. En este sentido, cabe destacar la rápida aceleración de este mercado en Estados Unidos tras la legalización de las apuestas deportivas en 2018.
Por su parte, los juegos online o eSports se han beneficiado de la alta exposición que le ha otorgado el confinamiento global. Durante ese periodo, esta industria sustituyó a los deportes físicos, según el informe, que apunta que su potencial de crecimiento se mantendrá fuerte en los próximos cinco años a la vista de las grandes audiencias televisivas registradas en sus competiciones tras la pandemia. Fútbol y baloncesto destacan en este apartado en el que importantes competiciones de otros deportes, como la Fórmual 1 y la Nascar, han apostado por llevar el motor a las pantallas de los ordenadores con experiencias y acciones de gran éxito.
Oriente Medio y Asia, las regiones más estables
Aunque el golpe del Covid-19 ha sido global en la industria del deporte, hay dos regiones que sí se muestran más confiadas en capear el temporal sin pérdidas el próximo lustro. Oriente Medio es una de ellas y, de hecho, aspira a crecer ligeramente, con una tasa de crecimiento que pasaría del 8,6% (2015-2020) al 8,7% (2020-2025). Asía no crece, pero caerá poco, del 8,8% al 7,3%. Este control de los efectos de la pandemia en su industria deportiva se debe al sólido apoyo gubernamental que poseen ambas regiones, y especialmente, la de Oriente Medio. África, donde el sports business tiene cada vez más peso y fortaleza, prevé caer del 8,5% al 6,6%.
En el otro lado de la balanza se sitúan Europa, Norteamérica, Oceanía y Sudamérica, que registrarán notables ajustes en sus tasas de crecimiento. El Viejo Continente desacelerará del 8% al 2%; en Norteamérica, del 7,7% al 3,6%; Oceanía, del 6,6% al 1,5%; y Sudamérica, que pasa de crecer del 5,3% a caer al 1,3%.
