El Gobierno inicia las conversaciones para que parte de los ingresos de las apuestas se destinen a la promoción del deporte. El Ministerio de Consumo, dirigido por Alberto Garzón, ha mantenido una primera reunión con la Asociación del Deporte Español (Adesp), para estudiar que un porcentaje del dinero que recauden los operadores se emplee a este fin.

En el encuentro, en el que también ha participado el secretario general de consumo y juego, Rafael Escudero Alday, se ha planteado que ese porcentaje vaya destinado a la participación de deportistas en más competiciones internacionales, en la lucha contra los amaños, la formación del talento joven y la prevención de ludopatías.

“Las federaciones y sus deportistas somos quienes generamos y organizamos las actividades sobre las que gira el negocio de las casas de apuestas y, en consecuencia, debemos recibir algún tipo de compensación significativa”, ha explicado José Hidalgo, presidente de Adesp.

El Ministerio de Consumo aprobó oficialmente el Real Decreto que regula la visibilidad de los operadores de juego en el deporte y otros soportes publicitarios. La normativa entrará en vigor a partir de la temporada 2021-2022 y prohibirá su visibilidad en camisetas y estadios, su limitación a determinadas franjas horarias en televisión e internet, y que las casas de apuestas den nombre a los clubes.

Pese a este efecto rebote experimentado con la vuelta de las competiciones, en el acumulado del año (enero-septiembre), las apuestas deportivas movieron 4.538 millones de euros, un 15% menos que en el mismo período del año anterior. Es decir, que el boom logrado con el regreso del fútbol aún no les permite compensar los tres meses anteriores de parón. Ahora bien, de mantener la tendencia al alza en el último tramo del año, los operadores del juego cerrarían 2020, como mínimo, con una cuota de negocio similar a la de 2019, superando de nuevo la barrera de los 7.000 millones de euros.