La Unió de Federacions Esportives de Calunya (Ufec) seguirá estando presidida por Gerard Esteva. El directivo, actual presidente del organismo y único candidato a las elecciones, ha recibido 71 avales de las federaciones, por lo que la junta electoral ha proclamado ganadora su candidatura.

En tres días la resolución será firme, y el 2 de junio se presentará la hoja de ruta de su mandato para los próximos seis años. Esteva llegó a la presidencia de la Ufec en 2014 tras ser vicepresidente del organismo. Relevó a David Moner, que había estado 17 años al cargo. El directivo ha defendido los intereses de las federaciones catalanas, que han visto reducido su presupuesto un 70% desde 2009.

La Ufec cerró 2020 con unos ingresos totales de 6,9 millones de euros, generados gracias a su actividad ordinaria y extraordinaria. Fue una caída del 34% en sus ventas, que en 2019 alcanzaron un récord de 10,4 millones de euros, como ya adelantó 2Playbook.

La asociación logró esquivar las pérdidas y cerrar el año en equilibrio, aunque con el peor resultado neto desde 2015, año en que la entidad empezó a publicar sus cuentas, como dicta la Ley de Transparencia de las federaciones. La organización acumula beneficios por 3,4 millones de euros, con un remanente de 4 millones, del que en 2020 se descontaron 563.000 euros debido a las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores a 2015. Desde entonces, la entidad ha sido rentable, incluso en el año de la Covid-19.

La pandemia, que interrumpió la actividad de los gimnasios en Cataluña en 2020, golpeó al negocio de todos los operadores del sector, incluidas las siete instalaciones gestionadas por la Ufec. De dar servicio a 18.912 abonados a cierre de 2019, a perder un 37% de los clientes por la Covid-19 y cerrar el año con 11.914 inscritos.

El dejar de girar recibos durante los cierres y afrontar la baja de 7.000 socios en 2020 provocó que la cifra de negocio cayera un 35%, de 7,7 millones de euros a 5 millones. Las dos principales líneas de ingresos de su actividad ordinaria son las cuotas de abonados (-34,5%), hasta 4,6 millones y otras aportaciones de los centros, que cayeron un 58%, hasta 165.000 euros.

Al margen están otros ingresos de explotación, que se redujeron a menor ritmo, pero aun así lo hicieron un 31,1%. En esta partida se incluyen las subvenciones de 1,4 millones de euros que se recibieron, un importe un 11% superior al de 2019. Eso sí, los ingresos por el cobro de alquileres se redujeron de 1,1 millones hasta 407.000 euros.