El fútbol femenino reivindica su lugar en el primer congreso internacional celebrado en Ficoba

Futbolistas, entrenadoras, médicas, abogadas, representantes institucionales y otros profesionales se dieron cita para abordar el crecimiento y desarrollo del fútbol femenino durante el evento celebrado en Irun.

Congreso Internacional_Ficoba 2024

El fútbol femenino ha dado un paso crucial en su consolidación con la celebración del Primer Congreso Internacional de Fútbol Femenino en Ficoba, Irún. Esta iniciativa, impulsada por el Departamento de Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, congregó a un amplio abanico de voces del mundo del deporte: futbolistas, entrenadoras, médicas, abogadas, representantes institucionales y otros profesionales comprometidos con el crecimiento y desarrollo del fútbol femenino.

Tras dos días de ponencias, mesas redondas y mucho networking, los principales retos y objetivos del fútbol femenino se pueden resumir en torno cuatro ámbitos: incrementar las audiencias y asistencia a estadios, fortalecer la profesionalización de equipos y cuerpos técnicos, consolidar estructuras administrativas con participación femenina y avanzar en igualdad, derechos laborales y protección ante la violencia sexual.

En cuanto a la evolución del fútbol femenino en España, se abordaron los avances logrados y las dificultades y desigualdades que persisten, la necesidad de una mayor colaboración y los efectos de casos como el denominado caso Rubiales que, como señaló la presidenta de la Liga F, Beatriz Álvarez, tuvo tanto efectos positivos como negativos. Entre los positivos, el incremento de las licencias hasta alcanzar las 100.000. En el lado negativo, la huida de determinados patrocinadores que no quisieron estar en el foco mediático. Pero, como recordó: "ese Mundial nos posicionó en el punto de mira de una audiencia más amplia".

 

En el congreso se abordó la necesidad de incrementar audiencias y asistencia, la profesionalización de equipos o la necesidad de que haya más avances en igualdad

 

La profesionalización del fútbol femenino ha sido otro de los aspectos en torno a los que se reflexionó en el congreso. Aunque se reconocen los avances en infraestructura y cuerpos técnicos, persisten diferencias entre clubes en recursos y acceso a oportunidades.

Otro de los temas abordados es cómo quiere el fútbol femenino evolucionar hacia esa profesionalización. La árbitro, Olatz Rivera, consideró que “es necesario acercarse al fútbol masculino en términos de profesionalización, pero sin perder la esencia del fútbol femenino”.  Una esencia que, en opinión de la exjugadora de la Real Sociedad, Aintzane Encinas, debe mantener la cercanía con el público como un valor distintivo del fútbol femenino: “cada fin de semana, jugadoras de la Liga F se acercan a los niños y niñas que las admiran. Esos valores no deben perderse en el camino hacia la profesionalización”.

En cuanto a las barreras culturales y participación femenina, la presencia de mujeres en cuerpos técnicos y arbitraje sigue siendo insuficiente. Se destacó la necesidad de capacitaciones y casos de éxito para impulsar el cambio. Un dato para ilustrar la afirmación: en la Liga F tan solo hay dos entrenadoras.

La violencia sexual y el abuso de poder fue otro de los temas que se puso sobre la mesa de debate. Se incidió en la falta de protocolos efectivos y el miedo a represalias como obstáculos para denunciar y se urgió a implementar medidas de protección más robustas, sobre todo para las más jóvenes y vulnerables.

 

 

La encargada de abordar la importancia del cuidado emocional fue la reconocida psicóloga experta en equipos de alto rendimiento, Inma Puig, quien reflexionó en torno a la gestión de las emociones en el rendimiento de cualquier equipo humano y cómo el cuidado emocional puede marcar la diferencia en el fútbol y en la vida. Un cuidado emocional que se sustenta sobre tres pilares: escuchar, poner límites y reconocer.   

Si algo ha quedado claro tras la celebración del I Congreso Internacional de Fútbol Femenino es que se están consolidando los mimbres para garantizar un futuro exitoso de este deporte. Sin embargo, quedan muchos aspectos en los que la participación de las mujeres todavía no ha alcanzado el nivel óptimo.

Las futbolistas han abierto la brecha y son altamente reconocidas. Pero el fútbol se juega dentro y fuera del campo y queda trabajo por hacer en estamentos como los entrenadores, el staff técnico, el arbitraje y la transformación de las políticas institucionales en torno al fútbol femenino.

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