Terremoto en el calcio con el caso de las falsas plusvalías. En la primera vista del juicio, ante el Tribunal Federal, la fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol (Figc) ha solicitado una sanción de 2,34 millones de euros para los once clubes implicados, así como diversas inhabilitaciones para algunos de los máximos dirigentes de estos equipos, según ha informado la federación.
Se les acusa de inflar los valores de mercado de los jugadores para después venderlos a mayor precio. Se realizaban acuerdos entre clubes a precios similares, una especie de trueque, beneficioso para cuadrar cuentas. El caso más mediático, y clave en esta investigación, fue el intercambio Arthur-Pjanic entre la Juventus de Turín y FC Barcelona.
De hecho, el peor parado en este caso es la Juve, al que la federación pide 800.000 euros. Además, el fiscal federal Giuseppe Chiné solicita 12 meses de inhabilitación para Andrea Agnelli, presidente y dueño del club, y hasta 16 meses para Fabio Paratici, ex director deportivo del equipo turinés entre 2010 y 2021, cuando marchó al Tottenham Hotspur. La documentación, avanzada por Calcio e Finanza, cifra en 60,3 millones las plusvalías ficticias del club bianconero.
Para el Nápoles, la multa solicitada alcanza los 392.000 euros, cifras semejantes a las que podrían tener que depositar Parma (338.000 euros) y Genoa (320.000 euros). Entre el resto de equipos, cabe destacar los 3.000 euros para el ya desaparecido Chievo Verona.
Entre los dirigentes, quien se enfrenta a la segunda pena más alta es Luca Carra, exdirigente del Parma, para quien la Figc pide 14 meses de inhabilitación. Tras él, Daniele Sebastiani, presidente del Pescara, y Massimo Ferrero, presidente de la Sampdoria, para quienes piden 12 meses de inhabilitación.
El dueño del Nápoles, Aurelio de Laurentiis, se enfrenta a una sanción de 11 meses de inhabilitación. Y el exfutbolista Pavel Nedvev, balón de oro en 2003, podría ser multado con 8 meses de inhabilitación en su calidad de vicepresidente de la Juve.
El Parma y el Pisa, que corrían el riesgo de ser descendidos administrativamente de la Serie B por este caso, se mantendrán en la Segunda División al considerar la Figc que el cambio de propiedad en ambos clubes les exime de sanciones en el ámbito deportivo a pesar de que se beneficiaron de las plusvalías.
