La Federación Española de Rugby (FER) cierra 2020 en pérdidas. La asamblea general del organismo presidido por Alfonso Feijoo ha aprobado las cuentas del ejercicio por 54 votos a favor, dos en contra y diez abstenciones. El regulador finalmente cerró el año con unos números rojos de 100.739 euros, que contrastan con los beneficios de años anteriores.

Las pérdidas están directamente vinculadas con la pandemia y por no haber podido cumplir el presupuesto de ingresos. La FER esperaba ingresar 4,64 millones de euros, pero finalmente se quedó en 4,2 millones. ¿El motivo? World Rugby redujo su aportación en 220.000 euros, hasta 747.497 euros, y el patrocinio cayó en más de 105.000 euros, entre otros.

La venta de publicidad es la principal fuente de ingresos de la FER, y finalmente aportó 1,29 millones de euros en 2020. Por delante se situó la aportación del Consejo Superior de Deportes (CSD), que se mantuvo estable en 1,3 millones de euros. Los ingresos por la inscripción de clubes en las ligas y las federaciones territoriales, la cuarta pata del presupuesto, también cayeron en 217.519 euros, hasta 477.454 euros.

Se trata de una coyuntura excepcional, marcada por la pandemia, y así lo ha querido destacar la FER con el presupuesto aprobado para 2022. En él se indica que los ingresos aumentarán un 23%, hasta 5,2 millones de euros. Todo ello a pesar de que la previsión es que el patrocinio no se recupere el año que viene, presupuestando 1,29 millones de euros por esta vía, igual que en 2020.

La FER confía volver a beneficios en 2022, cuando los ingresos deberían subir un 23%

En la memoria del último año, la FER asegura que “se han producido hasta ahora impactos negativos significativos en la situación financiera, los resultados y los flujos de efectivo, como la pérdida cuantiosa de patrocinios deportivos (Heineken, Renfe, Leciñena), valorados en 430.000 euros”. Ahora bien, todos ellos se cayeron antes de llegar la pandemia, por lo que no son atribuibles a la Covid-19.

Lo que sí ha impactado ha sido la paralización o suspensión de eventos y competiciones, como el Mundial sub-20 de Alicante, el internacional de Rugby-7 de Madrid o la suspensión en 2020 de las ligas domésticas. No obstante, dado que en 2020-2021 han podido salir adelante, la FER asegura que “no ha surgido necesidad de registrar deterioros en el valor contable de los activos y transacciones”.

Lo que sí ha supuesto ha sido un aumento del gasto, principalmente para aplicar los protocolos sanitarios. Pese a las pérdidas, la FER sostiene en la memoria que “no hay problema de liquidez ni se ha contratado una póliza de crédito como la federación venía haciendo habitualmente”. Tampoco se realizaron expedientes de regulación de empleo temporal (Erte).

De cara a 2022, el principal impulso vendrá de World Rugby, que comprometerá una subvención de 1,33 millones de euros, de las cuotas por inscripción a competiciones, que ascenderán a 873.727 euros, y de otros ingresos que la FER denomina como “fuera de programa”, que pasarán de 59.803 euros a 210.000 en 2022.

En el turno del informe del presidente, que previamente fue enviado a los asambleístas, Alfonso Feijoo quiso informar brevemente a la asamblea sobre la condena a su antecesor, Javier González Cancho, a una pena de seis meses de prisión como autor responsable de un delito de administración desleal durante el desempeño de su cargo.