Los juegos fantasy se han convertido en una de las principales palancas para conectar con el aficionado durante los últimos años. Grupos de Whatsapp creados exclusivamente para hablar del juego, un seguimiento al dedillo de cada jornada y jugador para atinar con el fichaje y, sobre todo, horas, muchas horas dedicadas más allá del directo de los partidos. El engage y la posibilidad de convertir al aficionado en director general han impulsado esta industria, que espera rebasar los 2.000 millones de dólares (1.663 millones de euros) en 2026.
De cumplir las previsiones, la facturación de este tipo de juegos aumentará casi un 120%, según se desprende del informe elaborado por la consultora Arizton sobre este sector. La cuota de mercado el mercado de los fantasy crecerá en catorce puntos porcentuales de media durante los próximos cinco años, principalmente gracias a captar a más mujeres.
La previsión es que el público femenino aporte más de la mitad del crecimiento de los ingresos en los próximos años y alcance los 729 millones de dólares (606 millones de euros). Los hombres continuarían siendo el principal target de estas compañías, pues representarían el 63,5% del total del negocio con 1.271 millones de dólares (1.057 millones de euros).
Todo ello a pesar de que el 70% de los jugadores aún se concentran en Norteamérica, donde se convirtieron en el gran sustitutivo de las apuestas online antes de levantarse su prohibición y pasar a ser reguladas. De hecho, empresas que en su día comenzaron como especialistas en este nicho de mercado, como DraftKings o FanDuel, son hoy dos de los principales operadores de apuestas deportivas, aprovechando la estructura que ya tenían montada para operar estos juegos.
DraftKings ha empezado a cotizar y ha formado un portfolio de apuestas
Sus fantasy, aun así, siguen entre los más populares para las grandes ligas norteamericanas, así como los de Yahoo o Espn, con los que se han aliado para integrar diferentes servicios. Se estima que actualmente en torno a 60 millones de estadounidenses están registrados en alguna de estas plataformas, aunque diferentes gobiernos estatales han tenido que aplicar medidas restrictivas para limitar su uso al considerarlos una puerta de entrada a las apuestas.
Su desembarco en Europa se ha producido de dos formas: o bien como herramienta de engage para las ligas norteamericanas (NFL y NBA, principalmente), o bien a través del fútbol. El resto de deportes apenas cuenta con este tipo de juegos, y solo ACB y Euroliga han tratado de promocionarlos, sin lograr un rendimiento económico con ello aún.
En Europa la previsión es que el ritmo de crecimiento se ralentice aún más, dado que es un mercado más maduro y las propiedades deportivas se han centrado en otro tipo de usos para el fantasy. El objetivo es emplear estas herramientas para abrir nuevos mercados, principalmente en India, China, otros países asiáticos y Latinoamérica, en lugar de potenciar a unos aficionados ya fidelizados en el Viejo Continente.
Prueba de ello es la estrategia de LaLiga o la NBA, que han desarrollado experiencias piloto a través del fantasy para entrar en países como India. “El precio de la televisión no es lo único que revaloriza el producto, sino también los datos de los aficionados”, reconocía Tebas en 2018, en la presentación del plan estratégico de LaLiga en el extranjero.
Los fantasy son una de las principales herramientas para abrir nuevos mercados
Es una dinámica similar a la que sucede con los videojuegos, otra de las grandes palancas para conectar con aficionados de todo el mundo a través de la gamificación. Un videojuego es capaz de dar más información sobre los consumidores de la que ofrece una métrica de audiencia, mucho más plana. Mucho más ahora, en un momento en el que prima el juego en línea y la conectividad a través de competiciones de eSports, que dan acceso a un mayor número de datos sobre los potenciales consumidores.
De esa forma se conoce al usuario, se recopilan sus datos y se pueden personalizar las futuras activaciones, además de poder acertar a la hora de detectar posibles mercado estratégicos donde se dispara el consumo.
Es lo que también se está testando con otras plataformas como Twitch, ofreciendo gratis los partidos de algunas competiciones en mercados sin desarrollar, como Oriente Medio y Europa del este, para que cuando se detecte un elevado consumo a través de todas las plataformas (juegos, streamings, redes sociales, highlights…) se empiece a contactar con operadores televisivos con un producto revalorizado.
¿Dónde está la clave? En el modelo freemium, que elimina todas las barreras de entrada a cambio de los datos del usuario. Ese es el principal atractivo de este tipo de activaciones: logran retener más tiempo al aficionado más tiempo en un contexto de hipercompetitividad por su atención, aumentan su interés por la competición y su nivel de conocimiento y, sobre todo, suministra valiosa información sobre sus preferencias personales.
De ahí que más allá de NFL, NBA o LaLiga, otra de las pioneras en juegos fantasy y en aplicar este tipo de estrategias digitales fue la Fórmula 1. Incluso la LVP y Riot Games trataron de impulsarlo hace dos años, sin éxito. Pese a todo, no deja de ser la muestra del interés que despierta para propiedades deportivas de todo tipo, desde el Tour de Francia hasta Wimbledon.