Fanatics y Panini llevan su lucha por el control del negocio de los coleccionables a la justicia estadounidense. Ambas compañías se han interpuesto demandas cruzadas por infringir las leyes antimonopolio del país, por competencia desleal, interferencias ilícitas, violación del principio de actuación de buena fe y otras acusaciones, según Sportico.
Ambas compañías arrastran el conflicto desde que en 2021 Fanatics se adentrara en el terreno de los cromos y cartas físicas coleccionables. Para ello firmó acuerdos con la NBA, MLB, NFL y sus sindicatos de jugadores. Estos contratos estaban en manos de Topps, que Fanatics adquirió por 500 millones de dólares, o Panini.