El Gobierno de Estados Unidos quiere quitar hojas de su camino como co-anfitrión del Mundial de fútbol de 2026, junto a México y Canadá. El Departamento de Justicia del país ha anunciado que compensará a la Fifa con 201 millones de dólares (171 millones de euros) por las décadas de corrupción que ha protagonizado distintos dirigentes de las federaciones miembro de la Concacaf y la Conmebol.
La suma procede de los embargos en las cuentas bancarias de los exdirigentes involucrados durante años en tramas de corrupción futbolística, por las que fueron procesados. Los casos fueron investigados por la Justicia estadounidense, que incautó las cuentas y que ahora transfiere a la Fundación de la Fifa como “compensación por las pérdidas sufridas por la Fifa, la Concacaf y la Conmebol como víctimas de décadas de tramas de corrupción en el fútbol”.
Estos fondos se destinarán al recién creado Fondo de Remisión del Fútbol Mundial, creado por la Fundación Fifa para ayudar a financiar proyectos relacionados con el fútbol con un impacto comunitario positivo en todo el mundo.
“Estoy encantado de ver que el dinero que fue desviado ilegalmente del fútbol está volviendo a ser utilizado para sus fines adecuados, como debería haber sido en primer lugar”, ha asegurado el presidente de la Fifa, Gianni Infantino.
El mandamás del fútbol ha asegurado que “gracias a su intervención allá por 2015, hemos podido cambiar fundamentalmente a la Fifa, que pasó de ser una organización tóxica a ser un organismo rector del deporte mundial muy estimado y de confianza”.
