Las estaciones buscan la forma de reinventarse fuera de temporada. El sector del esquí cerró la campaña de 2021-2022 con una facturación récord de 100 millones de euros y 4,5 millones de visitantes a sus pistas. ¿El reto? Tratar de mantener este nivel de ingresos durante los meses de verano, un objetivo que se persigue poniendo el foco en actividades como el senderismo, las rutas ciclistas y el turismo rural.
Fuera de temporada los clientes de estas instalaciones optan por actividades más relacionadas con los deportes acuáticos y destinos de sol y playa. Sin embargo, desde las estaciones se trabaja con el objetivo de aumentar la afluencia durante los meses de verano, desarrollando programas de actividades que atraigan al público y que permitan desestacionalizar el negocio de un sector, que vio como sus ingresos se desplomaron un 68% como consecuencia del impacto de la pandemia.
Uno de estos ejemplos es el Andorra Multisport Festival, que se celebra de forma anual en el Principado y que combina la naturaleza y la montaña con un circuito compuesto por cinco pruebas deportivas, que van desde un triatlón a una prueba de BTT por parejas. Este festival cuenta con el apoyo de la administración, que subvenciona este proyecto con seis millones de euros, y también del banco andorrano, Andbank, que patrocina tres de las cinco pruebas organizadas por Ironman. Así, el Principado confirma su apuesta por colaborar con las instalaciones de esquí en el reto de la desestacionalización.
Una de las estaciones españolas que más fuerte ha apostado por su programa de verano es Sierra Nevada. En 2010, la Junta de Andalucía, a través de Cetursa, empresa que gestiona la explotación de la estación, lanzó un plan de desestacionalización orientando a impulsar actividades de ocio y turismo, que logró que en cinco años la ocupación hotelera durante los meses de verano aumentara en un 15%.
La instalación andaluza, participada al 95,9% por la Junta de Andalucía, ofrece actividades que van desde los trineos rusos y parques de atracciones para los más pequeños, hasta talleres de astronomía y rutas guiadas por la naturaleza. Sin embargo, una de sus principales apuestas durante los últimos años ha sido un catálogo de rutas de e-bike que permiten a los usuarios conocer diversos entornos de la zona. Una propuesta respaldada por el dato de practicantes ya que, en 2020, un 31,3% de la población española practicó ciclismo, según la Encuesta de Hábitos Deportivos.
Otro de estos ejemplos es el caso de Baqueira Beret. La instalación catalana ofrece planes que van desde las rutas de senderismo, como las que llevan hasta la zona de Beret pasando por Orri o de vuelta hasta Baqueira 1500, hasta propuestas gastronómicas. El senderismo es una actividad que en 2020 conquistó a un 31,9% de la población española, de acuerdo con la encuesta elaborada por el Ministerio de Cultura y Deporte. Además, esta disciplina generó un gasto, por parte de lo turistas internacionales que vinieron a España con el objetivo de practicar actividad física, de 153 millones de euros en 2021, según los datos de Egatur.
“Cada vez son más los que prefieren aprovechar sus vacaciones en parajes naturales, rodeados de tranquilidad y con una gran variedad de deportes para realizar al aire libre. Esto es exactamente lo que Baqueira Beret ofrece desde el mes de julio hasta principios de septiembre”, explica Xavier Ubeira, director comercial de la estación.
En el caso de la estación aragonesa de Formigal, la oferta de actividades diseñadas para impulsar la asistencia en los meses fuera de la temporada de nieve, va desde telecabinas y trenes que recorren el entorno hasta rutas de senderismo y barranquismo. En el caso de La Molina, las instalaciones operadas por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya incluyó en la temporada de verano de este año un forfait que semanal y otro forfait de temporada para todos los que quieran acceder a su bike park.
Actividades y deporte de aventura
Otra de las estrategias que se están llevando a cabo en las estaciones de esquí, en este caso lideradas por empresas, es la de ofrecer a los usuarios actividades relacionadas con la nieve y la naturaleza pero que están centradas en los deportes más tradicionales de estas ubicaciones, el esquí y el snowboard. Este es el caso de RocRoi, una empresa catalana que cuenta con propuestas para el invierno, como las rutas con raquetas de nieve o motos de nieve en ubicaciones como Andorra, y también una oferta de verano con actividades como el rafting o el kayak.
“A nivel de desestacionalización el turismo deportivo juega un papel principal puesto que hay tres ámbitos en los que puede servir de gran ayuda: formación, competición y experiencia. Cuando hablamos de desestacionalizar no hay que pensar en tener las mismas ocupaciones que podemos tener en temporada alta, pero sí en mantener un volumen mínimo que nos permita mantener nuestra estructura básica de trabajo”, destaca Lluís Rabaneda, director general de RocRoi.
El objetivo de este tipo de propuestas es poner a disposición del cliente un catálogo que abarque todo el año y que les permita desarrollar su actividad sin interrupción. Además, estos planes tienen la característica, en su mayor parte, de ser sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y también de impulsar y estimular la economía de zonas rurales. En 2021 el turismo activo repuntó un 49,9% alcanzando los 1.370 millones de euros de gasto. Una cifra que todavía se encuentra lejos de los 2.581 millones que movió en 2019.
Actualmente, a pesar de que cada vez son más las instalaciones de la industria del esquí que buscan mejorar su oferta y han incorporado un programa de actividades de verano, la realidad es que las estaciones están muy lejos de alcanzar la facturación y el nivel de afluencia que registran durante la campaña de invierno.
