Endeavor da marcha atrás en su apuesta por el mundo del béisbol. La multinacional estadounidense de deportes y entretenimiento ha anunciado la venta de Diamond Baseball Holdings al fondo Silver Lake a cambio de 280 millones de dólares (274 millones de euros). La empresa se deshace así de las 10 franquicias de béisbol de ligas menores que adquirió hace menos de un año.
La compañía compró seis de los equipos el pasado diciembre a un precio que no se ha desvelado y otros tres en mayo por 47 millones de dólares (46 millones de euros). Se trata de equipos filiales de algunas de las franquicias de la MLB. Ahora ha decidido poner fin a su estrategia en el beisbol después de las reticencias recibidas por parte de la asociación de jugadores (Mlbpa) que acusaba a Endeavor de un conflicto de intereses.
“En última instancia, nuestra relación con MLB y Mlbpa tomó prioridad dada la importancia de nuestro negocio general de agencia y nuestra inversión continua en nuestra práctica de representación de béisbol dentro de WME Sports”, ha asegurado Mark Shapiro, presidente de Endeavor.
La multinacional estadounidense ha decidido vender Diamond Baseball a su accionista mayoritario, Silver Lake, que posee el 69% de la empresa. Se trata de una nueva inversión en la industria del deporte de un fondo que a finales de 2021 se hizo con el 33% de la liga masculina y femenina de fútbol de Australia por 140 millones de dólares australianos (88 millones de euros).
En 2019 adquirió el 10% del CFG por 500 millones de dólares (410,8 millones de euros), y además de Endeavor, también es accionista de Airbnb, Alibaba, y las empresas de la industria deportiva Peloton y Equinox.
Además de accionista del Manchester City, el pasado año la firma estadounidense mostró interés en hacerse con parte de la marca comercial de los All Blacks de rugby. La operación con la Federación de Rugby de Nueva Zelanda supondría una inversión de 280 millones de dólares (231,6 millones de euros) por un 12,5% de su marca comercial. Sin embargo, los jugadores de los All Blacks mostraron sus reticencias al acuerdo. Asimismo, el fondo está en negociaciones para entrar en el capital de Rugby Australia.