Sin licencia para errar. Así se encuentran buena parte de las federaciones deportivas de España ante la crisis del Covid-19, que está complicando notablemente su gestión. Con 3,9 millones de licencias emitidas en 2019, según datos del Gobierno, el deporte español recauda casi 40 millones de euros anuales por este concepto, una partida que ahora podría sufrir un notable retroceso por culpa de la pandemia.
Ante este escenario, los gestores deportivos recuerdan la importancia de la actividad física. “El deporte es de las mejores herramientas sociales que tenemos para salir de esta crisis: hay estudios que ya nos dicen que la práctica deportiva ayuda en la lucha contra el coronavirus, porque nos hace más inmunes a un virus o una pandemia. También genera bienestar psicológico. El deporte genera autoestima, además de ofrecer una imagen de país y de ayudar a reactivar la economía”, explicaba hace unos días en 2Playbook el presidente de la Asociación del Deporte Español (Adesp), así como de la Federación Española de Triatlón, José Hidalgo.
En total, 38,8 millones de euros ingresaron en 2019 las federaciones españolas por este concepto. Destacó un año más el fútbol, que con 1,1 millón de licencias sigue siendo el deporte rey. Sin embargo, esta partida suponía sólo un 3,7% de la facturación que preveía la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) en 2019. Casi la mitad de esos ingresos, hasta 97 millones de euros, correspondieron a las competiciones (ingresos por derechos televisivos, arbitrajes, participación en torneos, etc.), un apartado en el que el organismo registró un incremento del 15,6% interanual.
Sin contar el balompié, estas organizaciones obtuvieron 31,3 millones de euros en licencias en 2019, según el Consejo Superior de Deportes (CSD). Esta cantidad supone el 29,6% de sus ingresos totales, más que ninguna otra. A la incertidumbre de una posible caída de fichas se unen las cancelaciones y reubicaciones que se están registrando en la organización de competiciones deportivas, un apartado que les granjeó 30,4 millones de euros a las federaciones durante el pasado ejercicio, un 28,8% del total. La tercera gran pata de la gestión económica de las federaciones es la publicidad y patrocinios: 21,32 millones de euros (20,1%).
Más allá del fútbol, “Las licencias y las cuotas de los clubes son la principal y más estable fuente de los recursos propios de las federaciones deportivas”, destaca el CSD en su memoria sobre las cifras económicas del deporte español. En él se observa una notable estabilidad en los ingresos por fichas federativas, en torno a los 30 millones de de euros, aunque entre 2011 y 2014 esa cifra disminuyó “como consecuencia de la crisis” hasta un mínimo de 28,5 millones de euros, apunta el organismo gubernamental.
En algunos casos, las licencias suponen hasta el 80% de los ingresos propios, que excluye las subvenciones públicas. Entre los grandes deportes federados españoles –por número de afiliados–, el golf es, sin duda, la disciplina que más bebe de sus ingresos (79,8%), con 8,8 millones de euros facturados por las 269.473 licencias emitidas. Cada licencia tiene un coste medio de 32,9 euros, más del triple que la media de todos los deportes en conjunto, que está fijado en 9,8 euros.
Otra disciplina cuyos ingresos propios tienen gran relación con las fichas es el atletismo. Según las últimas cuentas publicadas por la Real Federación Española de Atletismo (Rfea), relativas a 2019, el 29,69% de su facturación está relacionada con las licencias, que suman 1,51 millones de euros, de los 5,1 millones de euros totales que captó en 2019. Cada ficha tiene un coste de 16 euros de media. De momento, este mes se han disputado ya los Campeonato de España absoluto y por federaciones, así como la Copa de España de clubes. Y por delante quedan el campeonato nacional sub-23 (26 y 27 de septiembre) y el sub-20 (3-4 de octubre).
Las otras dos grandes fuentes de ingresos del atletismo español son la publicidad y patrocinios, por los que la Rfea recaudó 1,3 millones de euros, y la organización de competiciones, una función en la que creció un 22% más de lo presupuestado el pasado año, con 1,1 millones de euros, y cuyo desarrollo ahora también se encuentra en la cuerda floja con la incertidumbre provocada por el coronavirus.
Dos federaciones de deportes de equipo con gran importancia en el palmarés español en competiciones, baloncesto y balonmano, tienen mucha menor dependencia de las licencias. La Federación Española de Baloncesto (FEB), que gestiona 385.635 licencias, medalla de plata en este aspecto, preveía facturar 316.000 euros en el pasado ejercicio por este concepto, lo que supone un 2,8% del total de sus ingresos federativos (11,1 millones de euros). Buena parte de sus ingresos propios provienen de la publicidad y el patrocinio (4,9 millones de euros) y de las actividades deportivas (3,1 millones de euros).
En el caso del balonmano, la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm) publicó unos presupuestos para 2019 en los que aspiraba a facturar 254.763 euros por licencias, que sumaron 100.368. Estos ingresos suponen un 3% del total de la recaudación. Los acuerdos relacionados con la publicidad (2,8 millones de euros) así como los ingresos por competiciones (2,2 millones de euros) y el fondo arbitral (2 millones de euros) son su gran sustento en este apartado.
Un crecimiento de licencias de un 2% en 2019
Los 3.945.510 deportistas con licencia que había en España al término de 2019, un 2% más que el año anterior, refuerzan la fuerza de la práctica deportiva en el país, que suma ya cinco años de crecimiento ininterrumpido y en el que la incorporación de la mujer ha sido determinante.
El avance del número de practicantes fue muy similar en ambos sexos, con una horquilla de entre el 2% y el 2,3%. De ahí que la búsqueda de una mayor paridad en términos de practicantes aún sea una quimera, pues la correlación se mantiene en un 77% para los hombres (3.036.863 fichas) y un 23% para las mujeres (908.647). Tan solo en algunas modalidades hay mayoría de mujeres, como veremos después.
Las primeras diez posiciones se han mantenido relativamente estables en el tiempo, aunque en 2019 sobresalió la entrada del pádel por la puerta grande. Con una mejora interanual del 4,9%, esta disciplina se ha convertido en la predominante del mundo de la raqueta en España y, por primera vez en la historia, superó al tenis, que se dejó un 9% interanual: 75.818 padelistas frente a 71.091 tenistas.
La modalidad más practicada en España continúa siendo el fútbol en todas sus vertientes, con un crecimiento superior al de la media (+3,1%). Este avance se debe sobre todo al boom del fútbol femenino, que se tradujo en un incremento interanual de licencias del 9,5%, hasta 71.276 jugadoras. Aun así, los hombres continúan siendo mayoría con 1,02 millones de jugadores, un 2,6% más que en 2018 y el equivalente al 93,5% de todos los futbolistas.
La Primera Iberdrola y el apoyo por parte de los grandes clubes ha permitido que esta competición sea de las más relevantes en términos mediáticos, si bien el baloncesto sigue siendo el deporte preferido por ellas. Y eso que en 2019 perdió a un 3,7% de su base, hasta 132.927 fichas. Es una evolución que en el top ten femenino sólo empeoró la gimnasia, con una caída del 9,4% (41.462 licencias), mientras que el golf cedió un 1,3% interanual (76.243).
Por el contrario, el número de mujeres que practican el montañismo y la escalada de forma regulada subió un 10,5% interanual (84.118 licencias), mientras que el voleibol lo hizo un 4,5% (64.426), el atletismo un 11,9% (42.566), el patinaje un 1,4% (40.778), la hípica un 4,1% (36.756) y el balonmano un 6,6% (36.174).
En el caso de los hombres, las disciplinas que perdieron practicantes son el ciclismo (69.909 practicantes) y el balonmano (64.194), que se dejaron un 1,6% interanual. El golf, que en 2018 inició una tímida recuperación, perdió a unos doscientos federados, hasta 193.500 personas.
En el otro lado de la balanza están la caza (+5,8%, hasta 333.014 fichas), el avance del 2,3% del baloncesto (252.708); del 4,6% en montaña y escalada (164.288); del 1,2% en judo (85.009); del 1,4% del karate (52.073), y el crecimiento del 9,2% en el atletismo, hasta 51.716 practicantes.
¿En qué deportes hay más paridad?
El fuerte predominio de los hombres en el fútbol no refleja la realidad de las otras disciplinas que se cuelan en el top ten, donde la brecha de género es inferior e incluso en algunos casos mandan ellas. El ejemplo más claro es el voleibol, donde ellas suponen el 75% de las fichas, casi dos puntos porcentuales más que en 2018. Aunque fuera de las diez modalidades más practicadas, las mujeres también son mayoría en gimnasia (90,4%), baile deportivo (80%), hípica (70,1%), patinaje (62%).
Las licencias femeninas son el 6,5% del total en el fútbol, un avance interanual de cuatro décimas. Ese porcentaje sólo es inferior en la caza, donde sólo representan el 0,7% de las licencias, pero sube al 21,4% en judo; al 28,3% en el golf; al 33,9% en montaña y escalada; al 34,5% en el baloncesto; al 35,9% en pádel, al 36% en balonmano, y al 45,1% en el atletismo.