El deporte femenino acelera a pasos agigantados. El último informe de Deloitte prevé que su negocio rompa la barrera de los 1.000 millones de dólares (912 millones de euros) ya el próximo año impulsado por el fútbol y la región de Norteamérica.
En concreto, la consultora vaticina que los ingresos globales alcanzarán los 1.280 millones de dólares (1.167 millones de euros), lo que supondría un incremento del 85% respecto a 2022, cuando la facturación se situó en 692 millones de dólares (631 millones de euros) y del 30% sobre los 981 millones de dólares (894 millones de euros) con los que prevé para el cierre de 2023.
Por líneas de negocio, los ingresos comerciales muestran su fortaleza como punta de lanza del deporte femenino copando el 55% del negocio previsto para 2024, con 696 millones de dólares (635 millones de euros). Le sigue la televisión, pero a mitad de camino, con 340 millones de dólares (310 millones de euros) y un 27% de cuota; mientras que el matchday aportará el 18% restante, 240 millones de dólares (219 millones de euros).
En cuanto a las disciplinas que más dinero moverán, el fútbol acaparará el 43%, con 555 millones de dólares (506 millones de euros), por los 354 millones de dólares (323 millones de euros) del baloncesto. Ambos deportes suman el 71% del negocio total del deporte femenino.
Por último, Norteamérica seguirá siendo la zona del mundo hacia donde mire el negocio del deporte femenino en 2024, con 670 millones de dólares (611 millones de euros) que se prevé que se muevan en la región, casi cuatro veces más que en Europa, donde se facturarán 181 millones de dólares (165 millones de euros). Un 11% de esa partida la prevé aportar el FC Barcelona, cuyo presupuesto ya se sitúa en 18 millones de euros esta temporada, tal y como avanzó 2Playbook.
“El deporte femenino se percibe cada vez más como un producto único que se distingue cada vez más del deporte de élite masculino”, ha asegurado Jennifer Haskel, responsable de insights del Sports Business Group de Deloitte. En este punto, la consultora prevé que ya el próximo año varios equipos de deporte femenino alcancen un valor superior a los 100 millones de dólares (91 millones de euros).