El deporte federado continúa ampliando su ecosistema. El número de españoles que practican las distintas disciplinas de forma regulada creció un 2% interanual en 2019 y ya roza los cuatro millones de miembros. En concreto, eran 3.945.510 personas al término del último ejercicio, según los últimos datos recopilados por el Consejo Superior de Deportes (CSD). De esta manera, ya son cinco años de crecimiento ininterrumpido en el que la incorporación de la mujer ha sido determinante.
El avance del número de practicantes fue muy similar en ambos sexos, con una horquilla de entre el 2% y el 2,3%. De ahí que la búsqueda de una mayor paridad en términos de practicantes aún sea una quimera, pues la correlación se mantiene en un 77% para los hombres (3.036.863 fichas) y un 23% para las mujeres (908.647). Tan solo en algunas modalidades hay mayoría de mujeres, como veremos después.
Las primeras diez posiciones se han mantenido relativamente estables en el tiempo, aunque en 2019 sobresalió la entrada del pádel por la puerta grande. Con una mejora interanual del 4,9%, esta disciplina se ha convertido en la predominante del mundo de la raqueta en España y, por primera vez en la historia, superó al tenis, que se dejó un 9% interanual: 75.818 padelistas frente a 71.091 tenistas.
La modalidad más practicada en España continúa siendo el fútbol en todas sus vertientes, con un crecimiento superior al de la media (+3,1%). Este avance se debe sobre todo al boom del fútbol femenino, que se tradujo en un incremento interanual de licencias del 9,5%, hasta 71.276 jugadoras. Aun así, los hombres continúan siendo mayoría con 1,02 millones de jugadores, un 2,6% más que en 2018 y el equivalente al 93,5% de todos los futbolistas.
La Primera Iberdrola y el apoyo por parte de los grandes clubes ha permitido que esta competición sea de las más relevantes en términos mediáticos, si bien el baloncesto sigue siendo el deporte preferido por ellas. Y eso que en 2019 perdió a un 3,7% de su base, hasta 132.927 fichas. Es una evolución que en el top ten femenino sólo empeoró la gimnasia, con una caída del 9,4% (41.462 licencias), mientras que el golf cedió un 1,3% interanual (76.243).
Por el contrario, el número de mujeres que practican el montañismo y la escalada de forma regulada subió un 10,5% interanual (84.118 licencias), mientras que el voleibol lo hizo un 4,5% (64.426), el atletismo un 11,9% (42.566), el patinaje un 1,4% (40.778), la hípica un 4,1% (36.756) y el balonmano un 6,6% (36.174).
En el caso de los hombres, las disciplinas que perdieron practicantes son el ciclismo (69.909 practicantes) y el balonmano (64.194), que se dejaron un 1,6% interanual. El golf, que en 2018 inició una tímida recuperación, perdió a unos doscientos federados, hasta 193.500 personas.
En el otro lado de la balanza están la caza (+5,8%, hasta 333.014 fichas), el avance del 2,3% del baloncesto (252.708); del 4,6% en montaña y escalada (164.288); del 1,2% en judo (85.009); del 1,4% del karate (52.073), y el crecimiento del 9,2% en el atletismo, hasta 51.716 practicantes.
¿En qué deportes hay más paridad?
El fuerte predominio de los hombres en el fútbol no refleja la realidad de las otras disciplinas que se cuelan en el top ten, donde la brecha de género es inferior e incluso en algunos casos mandan ellas. El ejemplo más claro es el voleibol, donde ellas suponen el 75% de las fichas, casi dos puntos porcentuales más que en 2018. Aunque fuera de las diez modalidades más practicadas, las mujeres también son mayoría en gimnasia (90,4%), baile deportivo (80%), hípica (70,1%), patinaje (62%).
Las licencias femeninas son el 6,5% del total en el fútbol, un avance interanual de cuatro décimas. Ese porcentaje sólo es inferior en la caza, donde sólo representan el 0,7% de las licencias, pero sube al 21,4% en judo; al 28,3% en el golf; al 33,9% en montaña y escalada; al 34,5% en el baloncesto; al 35,9% en pádel, al 36% en balonmano, y al 45,1% en el atletismo.