Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos son una cita crucial en la carrera de muchos atletas, y el Gobierno no quiere que una mala planificación lastre el sueño de muchos de ellos. Por esta razón, el Consejo Superior de Deporte (CSD) ha diseñado un plan que garantiza la preparación de Tokio 2020 en cualquier escenario de los próximos meses, por muy adverso que sea según la evolución del Covid-19.
El plan de entrenamiento, bautizado como Concentrados en Tokio, quiere “garantizar un entorno seguro de entrenamiento y convivencia a los deportistas de alto nivel para que puedan continuar con una preparación adecuada y necesaria”, que se concentrará en los centros de alto rendimiento de Madrid, Sant Cugat (Barcelona) y Sierra Nevada (Granada). En total, unida a toda la red de complejos de tecnificación, se podría acoger a 800 deportistas.
La idea del CSD es que las concentraciones puedan estar formadas por deportistas, técnicos y personal de apoyo necesario, como médicos y fisioterapeutas, entre otros. Ahora bien, no todos tendrán plaza asegurada, pues se ha creado una comisión de valoración que estudie los proyectos presentados por cada federación para decidir el orden y la forma de acceso a los centros de los deportistas. Todo ello, también sujeto a las normativas que se apliquen en cada comunidad autónoma.
Tras conversación con las federaciones nacionales, el organismo presidido por Irene Lozano estima que deportes como el atletismo requerirían de cincuenta plazas, frente a las más de sesenta que necesitaría la natación o las cuarenta de los deportes para ciegos. “Los deportistas que accedan a ellas tendrían que pasar con anterioridad una prueba de PCR inicial”, deja claro el CSD en un comunicado.
Lozano se ha reunido hoy con representantes de las sesenta federaciones, a las que ha asegurado que “estamos mejor preparados e incluso, en las circunstancias más adversas, seríamos capaces de dar una respuesta y propiciar que el deporte olímpico y paralímpico pudiera seguir entrenando; tenemos las instalaciones propicias para ello, el apoyo y la colaboración de las federaciones, el compromiso de los propios deportistas y el ejemplo de protocolos que, en nuestros CAR, han funcionado”.