El Pleno del Congreso de los Diputados aprueba el proyecto de Ley del Deporte. El dictamen del texto se trasladará ahora al Senado para su aprobación definitiva, y será entonces cuando el nuevo marco jurídico releve al que entró en vigor en 1990. Sin el consenso pretendido por el Gobierno, el proyecto de ley salió adelante con 166 votos a favor, 157 en contra y 18 abstenciones.
En contra del texto se han pronunciado los grupos Popular, Ciudadanos, Vox Plural, Junts y Bildu, estos dos últimos en contra también por la obligación de los deportistas de acudir a las selecciones nacionales. El PP, la agrupación naranja y Vox se mostraron en contra del reconocimiento de las selecciones autonómicas para competir en torneos internacionales cuando las disciplinas practicadas tengan arraigo histórico y social. Ello reconoce la oficialidad de las selecciones vascas de pelota vasca y surf, tras una enmienda presentada por el PNV y que salió adelante en la comisión de Cultura y Deporte celebrada hace una semana.
Entonces también se concedió a LaLiga dos de sus tres peticiones que había formalizado para la Ley del Deporte. Por un lado, PSOE y PP aceptaron finalmente que la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) deba contar con el visto bueno de LaLiga para hacer cambios en el campeonato profesional. En segundo lugar, el Partido Socialista aceptó in extremis un cambio en la redacción del articulado de la Ley que ofrece cierto armazón o cobertura jurídica para que LaLiga pueda hacer frente a demandas recibidas por firmar acuerdos similares como el alcanzado con CVC.
La Ley del Deporte también mantendrá vigente lo acordado en el RD 5/2015 para la gestión de los derechos audiovisuales de la competición y su venta conjunta. Así, LaLiga mantendrá el derecho de comercializar de manera conjunta sus derechos, como el nombre de la competición o los acuerdos audiovisuales.
La tercera petición de LaLiga que no recibió el apoyo necesario era la relativa a su capacidad de excluir a clubes que participen en una futura Superliga. De este modo, la patronal de clubes no podrá vetar la incorporación de ningún club a este proyecto, que ahora se presenta como una liga Europea abierta, sin miembros permanentes.
Más allá de estas cuestiones, el texto, que ahora llegará al Senado para su aprobación definitiva, reconoce el derecho a la práctica deportiva y declara el deporte como actividad esencial.
