La colaboración público-privada es fundamental para la viabilidad de un proyecto deportivo. Los grandes deportistas, equipos y competiciones cuentan con el apoyo de todo tipo de marcas que les proporcionan los recursos económicos y materiales necesarios para su crecimiento. Ahora bien, el mecenazgo deportivo no es sólo cosa de grandes corporaciones, sino que también los empresarios o pymes pueden invertir en iniciativas deportivas y obtener beneficios fiscales por ello, como sucede a través del plan España Compite. Proyectos como el Futbolellas CFF, el Eneicat Women’s Cycling o deportistas individuales como el piloto Ferran Cabrera, son el mejor ejemplo.
El programa se vehicula a través de la Fundación Deporte Joven (FDJ), del Consejo Superior de Deportes (CSD), y busca contribuir al impulso de las empresas españolas a nivel nacional e internacional, así como su función de palanca de crecimiento asociada a los valores del deporte. “España Compite maximiza el apoyo que dan las empresas a pequeñas entidades deportivas. Estas empresas establecen una relación contractual que establece en que activos de imagen su marca aparece”, asegura Félix Jordán de Urríes, director general de FDJ.
De este modo, además de beneficiar a los deportistas y a las entidades deportivas, las empresas y autónomos que vinculan su marca con estos valores pueden contar con unas exenciones fiscales específicas como actividad prioritaria de mecenazgo (APM). Las empresas pueden deducirse hasta el 40% de las donaciones aportadas sobre el Impuesto de Sociedades durante los dos primeros años de colaboración, y de hasta un 45% a partir del tercero.
Para ello, el importe del donativo, que no puede ser inferior a 150 euros ni superior a 50.000 euros, no puede superar el 15% anual de la base imponible del Impuesto de Sociedades de cada empresa. Desde su primera edición en 2017, España Compite ya ha sumado 561 donaciones valoradas en más de 6,3 millones de euros a través de 235 proyectos.
España Compite, seis años después
El plan ha ido ganando presencia entre las pequeñas y medianas empresas. Sobre todo, para aquellas que están vinculadas al sector deportivo más local, comarcal, provincial o autonómico. Asimismo, se pone de relieve el fomento de la actividad deportiva facilitando el apoyo privado a cada vez más clubes, entidades deportivas y atletas.
A ello, se le suma la labor de promoción del papel del empresario como motor de crecimiento vinculado al deporte. “España Compite facilita y anima más al empresario, sobre todo al pequeño y mediano empresario que en muchas ocasiones aporta dinero porque ese deporte es su afición favorita o tiene un vínculo especial”, indica Jordán de Urríes. Para 2023, las previsiones de FDJ sobre España Compite apuntan a recibir más de 200 donaciones, valoradas en 2 millones de euros, destinadas a más de un centenar de proyectos.
La FDJ se encarga de recibir las donaciones y concederlas posteriormente a los solicitantes para financiar cada uno de los proyectos que han sido validados. Para ello, la entidad adscrita al CSD comprueba la adecuación formal de las propuestas y si las entidades deportivas, deportistas o competiciones que opten a recibir estos recursos cumplen con los requisitos específicos para hacerse con la ayuda.
Impulso del apoyo privado
Estos recursos han servido para contribuir en el crecimiento de entidades deportivas como el Futbolellas CFF. Las futbolistas Saray García y Bárbara Lobo fundaron este club de fútbol femenino en 2018 y, junto a su presidenta, Ana Rodríguez Quirós, han logrado convertirlo en pocos años en la segunda cantera de la Comunidad de Madrid en número de jugadoras. Una de las claves de este rápido crecimiento es el apoyo privado por parte de empresas de la zona que aportan ya el 40% del presupuesto de la entidad.
“Para nosotros España Compite es la herramienta que nos permite convertirnos en una opción mucho más atractiva para patrocinadores, nos facilita la capacidad de llegar a nuevos patrocinadores y que amplíen su apoyo”, señala Rodríguez-Quirós. Algo que les ha permitido destinar más recursos a mejorar la estructura del club y las condiciones para los desplazamientos. De hecho, todos sus patrocinadores apoyan al Futbolellas CFF a través de esta vía.
Si en estructuras deportivas de este calibre el apoyo empresarial puede garantizar su viabilidad, para los deportistas individuales puede significar un salvavidas que les permita continuar con su práctica deportiva. Para Ferran Cabrera, piloto de automovilismo, este plan le ha permitido que “los patrocinadores que consigo, vean que se trata de un proyecto más serio. El dinero no cae en saco roto, sino que me esfuerzo en darles visibilidad y, además, cuentan con la desgravación”. Con ellos, el piloto de Burriana compite tanto en el Campeonato de España de Subidas de Montaña como en el de la Comunidad Valenciana, del que fue campeón en 2021.
“Pensamos que es algo necesario y no sólo por las ventajas fiscales, sino también por la confianza que nos transmite estar respaldados por una entidad como la Fundación Deporte Joven”, asegura Héctor Llop, consejero delegado de Pixel Ingeniería, una de las empresas que apoya al piloto valenciano a través de España Compite.
El Eneicat Woman’s Cycling es otro ejemplo de cómo la colaboración público-privada puede impulsar un proyecto deportivo. En este caso, el equipo ciclista femenino, fundado y dirigido por Eneritz Iturriaga, ha encontrado en este programa de incentivos fiscales la plataforma idónea para atraer el apoyo de patrocinadores de proximidad y del sector de la bicicleta.
“Se trata de un sistema muy rápido y cómodo para los patrocinadores que nos quieren apoyar”, señala la exciclista olímpica y directora del equipo que compite en la segunda división del ciclismo femenino mundial. Así, la estructura ha logrado atraer nuevos socios a su cartera de patrocinios y que los que estaban presentes aumenten su aportación.