Los campos de golf españoles facturan 777 millones de euros anuales, un 6% de los ingresos totales que generan el turismo de golf. Un porcentaje mínimo que aporta dos conclusiones: la fuerza de esta industria, que aporta a la economía española más de 12.700 millones de euros, y también la necesidad de estos recintos deportivos de aumentar sus cifras de negocio. Un ejemplo claro es que de un green fee con una tarifa de noventa euros que paga un turista extranjero, la propiedad sólo se embolsa 5,62 euros. El 57% de los campos de golf españoles no son rentables, según el estudio El Golf, catalizador de la actividad económica de España. ¿Pero cuáles son más rentables y por qué?
La facturación, desgranada por tipo de propiedad, descifra que los campos de golf que son clubes sociales son los que más ingresan, con 3,4 millones de euros de media, por delante de los mixtos (permiten la entrada de practicantes externos), que facturan 2,2 millones de euros de media. Muy distinta es la situación de los campos municipales, que tienen una cifra de negocio de 805.000 euros, prácticamente la mitad que los 1,4 millones de los que tienen una explotación comercial. Estos últimos son mayoría, con 190 sociedades, por los 87 que son administrados por socios.
En este sentido, cabe desgranar el ejemplo puesto anteriormente y que, ahora sin turismo, se convierte en una falta de rentabilidad capital para la supervivencia de los campos. Para que, de noventa euros de una tarifa de green fee, sólo se obtenga un beneficio de 5,62 euros, hay que descontar, de inicio, los 15,6 euros del IVA, que continúa siendo del 21%. El sector solicita desde hace muchos años que el tipo impositivo se reduzca al 10% y la ministra de Turismo, Reyes Maroto, reconocía ayer que esta medida se encuentra en la agenda del Gobierno.
Sin extranjeros que aterricen en España para jugar a golf, los campos que más perjuicio sufrirán los que tienen una mayor explotación comercial. Según el estudio, elaborado por el profesor José Santaló, de IE Business School, y promovido por la Asociación Española de Campos de Golf (Aecg) y la Real Federación Española de Golf (Rfegolf).
El 41% de los campos que subsisten con la cuota de sus socios son rentables, muy próximo al 42,7% genera. Las cuotas suponen un 70% de los ingresos para este tipo de campos, lo que les permite amortiguar el golpe de la pandemia mejor.
Por su parte, el 40% de los campos denominados comerciales también firman beneficios, mientras que la media la aumentan los mixtos, cuyo porcentaje de campos rentables alcanza el 44%. En estos casos, penaliza notablemente que el 26,3% de su facturación media provenga de la venta de green fees y que el 6,7% de los ingresos llegue del alquiler de equipos de golf que actualmente están, en muchos casos, en el almacén.
En el caso de los gastos, a pesar de que no haya turismo deportivo, los campos de golf españoles necesitan un mantenimiento que supone el 18,8% de su presupuesto, en el que el gasto en personal es casi la mitad de los gastos anuales (44,5%).
En su conjunto, el turismo deportivo ligado al golf mueve más de 12.700 millones de euros, tanto por ingresos directos como, sobre todo, indirectos. La influencia del golf como impulso para la economía es evidente en nuestro país: 1,2 millones de turistas llegan anualmente a España para la práctica del golf, pero siete de cada ocho euros de los que gasta va a parar a otros sectores.
283.000 turistas de golf cuentan con una vivienda en propiedad en España, lo que supone que un 24% de este grupo invierte en el mercado inmobiliario nacional, respecto al 5% del turista convencional. Y los aficionados internacionales del golf que viajan a España disfrutan de doce días de estancia, frente a los siete días del turista común.
En concreto, este perfil de turista ha invertido 42.000 millones de euros en el real estate español. El golf “atrae y fideliza al turista, que además genera ingresos recurrentes, porque nos visita varias veces al año”, destacó ayer Claudia Hernández, presidenta de la Aecg, en la presentación del estudio.