Cataluña mira con optimismo a la campaña de turismo deportivo de verano. Y lo hace con la convicción de que este año podrá reponerse del impacto que la pandemia tuvo sobre el sector de las actividades náuticas y los deportes de aventura, que vio cómo en 2020 se desplomó un 42% el número de turistas que viajaron por España y practicaron estas disciplinas. Ese año se registraron sólo 4,6 millones de practicantes con estas motivaciones, según el Anuario de Estadísticas Deportivas de 2021, unas cifras que el sector confía en superar ampliamente en 2022, cuando esperan cerrar con unas cifras muy cercanas al récord de facturación de 2019, año que dejó un gasto conjunto de 5,4 millones de euros (teniendo en cuenta el gasto total generado por los visitantes).
Hay que tener en cuenta que Cataluña se ha ido consolidando como una importante zona de atracción turística para los usuarios que buscan actividades como el kayak, el rafting o las canoas, al contar con un entorno que ofrece a los visitantes tanto mar como montaña. Es por ello que, en los últimos años, pese a la crisis sanitaria, el número de licencias de algunas disciplinas náuticas ha ido aumentando. Es el caso del remo -donde Cataluña es la segunda comunidad autónoma con más federados, solo por detrás de País Vasco- o en montaña y escalada, donde ocupa el primer puesto.
De hecho, en actividades como el esquí náutico o la vela, Cataluña fue la región con un mayor número de licencias en 2020, último año del que hay registros oficiales. A estos practicantes habituales hay que sumar los turistas, nacionales e internacionales, que llevan a cabo estas actividades durante su estancia en la zona. Un claro ejemplo de ello es el municipio catalán de Lloret de Mar, que cuenta con dos canales de natación de aguas abiertas que atraen a cientos de visitantes. Además, la localidad acogió en 2019, antes de la Covid-19, un total de 440 eventos deportivos. Una cifra que prevén recuperar en el actual ejercicio.
Cristina Rebled, responsable de la promoción turística deportiva en Lloret, explica a 2Playbook que “el turismo deportivo, con disciplinas que van desde las actividades acuáticas hasta el ciclismo o el fútbol, es un producto estratégico para el municipio al que destinamos un plan de acciones concreto. Este 2022 los datos están volviendo a ser muy buenos y esperamos cerrar el año con unas cifras muy cerca de los datos que se registraron en 2019. El turismo deportivo nos ayuda a desestacionalizar la actividad, más allá de nuestra oferta de sol y playa”.
En 2020, los practicantes fueron fundamentalmente los turistas residentes en España, como consecuencia de las restricciones en materia de movilidad y desplazamiento que fueron adoptadas para tratar de contener la propagación del virus. “Nosotros diferenciamos entre tres grupos. Por un lado, el público nacional, por otro el catalán, y por último el internacional. Durante lo peor de la pandemia fueron el turista residente en Cataluña y el español los que generaron actividad. De hecho, muchos catalanes descubrieron una Cataluña que no conocían. Para 2022 esperamos que el impulso venga por parte de la recuperación de los viajeros de proximidad, procedentes de países como Francia, Países Bajos, Alemania o Irlanda”, destaca Oscar Santos, presidente de Aneta (Asociación Nacional de Empreas de Turismo Activo).
Algunas de las actividades que han ganado popularidad durante los últimos años dentro de la industria de los deportes acuáticos o de aventura son el kayak, el barranquismo, el rafting o las canoas. Àngel Panicello Primé, director deportivo y responsable del centro RocRoi en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), remarca que “en agosto destaca la actividad que genera el alquiler de material para los practicantes, especialmente de productos y equipamiento para paddle surf, kayak o patines de pedal. Cada vez tenemos más clientes que vienen para conocer la zona mientras realizan estas actividades”.
Gasto turístico y empresas
Otro de los registro que también sufrió una importante caída en 2020 fue el gasto que realizaron los turistas que practicaron estas actividades. Mientras en 2019 esta cifra ascendió hasta 5,4 millones de euros, en 2020 no subió de los 2,2 millones de euros. Hay que tener en cuenta que este gasto incluye no sólo lo destinado a estas actividades, sino también pernoctaciones, transporte, etcétera. Estas cifras suponen que la pandemia hizo que el gasto económico de los visitantes que practicaron deportes acuáticos y de aventura cayera un 59% respecto a 2019. Además, el gasto por viaje también cayó en todas las disciplinas, tanto en los viajeros nacionales como en los internacionales.
“En Lloret de Mar hay 15 hoteles que cuentan con la certificación de alojamientos de turismo deportivo, lo que implica que dan facilidades a este tipo de visitantes como son horarios flexibles de comidas y cenas, parkings de bicicletas… Además, en el municipio tenemos los sellos de turismo deportivo en fútbol, ciclismo, natación, deportes colectivos, atletismo y triatlón. En 2019, periodo prepandemia, recibimos en la localidad a 61.000 turistas deportivos y esa cifra solo contabiliza los que pasaron por instalaciones propiedad de la administración, dejando fuera a todos los que realizaron actividades outdoor”, destaca la responsable de la promoción turística deportiva en Lloret de Mar.
La actividad generada por los turistas que acuden a realizar actividades deportivas o que sin ser su principal motivación practican estas disciplinas supone un importante impulso económico para los comercios y empresas catalanes. De hecho, Cataluña es la comunidad autónoma de España que más empresas vinculadas a la industria deportiva tiene con un total de 6.786, por delante de las 6.028 que tiene la Comunidad de Madrid. Esta cifra supone incluso una subida de un 3,7% respecto a los datos de 2019, pese al impacto de la crisis sanitaria.