Los gimnasios de Cataluña podrán retomar la actividad tres semanas después de que el Govern de la Generalitat anunciara el cierre de instalaciones para frenar el avance de la Covid-19. El Ejecutivo autonómico ha anunciado que los centros de fitness podrán volver a abrir a partir del 23 de noviembre, aunque con limitaciones. Por un lado, no se podrá exceder el 30% del aforo. Por otro lado, la cita previa será obligatoria y los vestuarios tendrán que estar cerrados.
De este modo, el Govern da marcha atrás días después de que se filtrara su intención de que los gimnasios no recuperaran su actividad hasta el segundo tramo de la desescalada. Lo que sí había trascendido y no ha cambiado es que los complejos deportivos al aire libre podrán operar al 50% de su capacidad.
El plan de flexibilización de las medidas para frenar el avance de la Covid-19 también contempla que cada uno de los cuatro tramos de desescalada dure quince días. A partir del segundo tramo, los equipamientos deportivos cubiertos podrán elevar el aforo al 50%, un porcentaje que para este tipo de instalaciones se mantendrá en durante los cuatro tramos del plan de flexibilización.
En el tercer tramo, la capacidad de los complejos al libre pasará al 70% y en los espacios interiores se elevará del 30% al 50%. En el cuarto tramo, se podrán retomar las competiciones de ámbito autonómico, suspendidas a mediados de octubre y que han dejado en el dique seco a todo el deporte base.
Por otro lado, las actividades extraescolares deportivas de los centros deportivos continuarán pudiéndose organizar en los centros educativos, pero a partir del lunes 23 de noviembre se suman las actividades no competitivas, es decir, los entrenamientos del deporte federado al aire libre y en instalaciones cubiertas, según ha aclarado Meritxell Budò, consejera de la Presidencia, que ha defendido que el Govern ha tenido en cuenta el “binomio salud-economía”.
“No es un plan de desescalada para recuperar la normalidad como el de la pasada primavera; es un plan que debe permitir el retorno progresivo de algunas actividades económicas y sociales y un plan que trabaja con el horizonte de al menos dos meses y a partir del lunes 23 de noviembre”, ha explicado el vicepresidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonés. “El sector podrá retomar parte de su actividad”, ha añadido.
Impacto económico del cierre de la actividad deportiva
El sector deportivo catalán con ánimo de lucro ha actualizado la cifra de la pérdida económica por la Covid-19. Indescat, el clúster que aglutina a las gestoras de instalaciones y eventos, fabricantes, retailers y start ups vinculadas al deporte ha cifrado en 272 millones de euros el negocio que esta industria ha dejado de facturar desde marzo. Este importe no incluye los ingresos que han dejado de generarse en las entidades sin ánimo de lucro, como los clubes deportivos y las federaciones.
Las empresas de eventos, productos y servicios deportivos, entre las que no se incluyen las gestoras de complejos deportivos, prevén dejar de facturar 193 millones de euros en 2020 y dejar de aportar 633 millones de valor añadido bruto (VAB). En cuanto a los gimnasios, la patronal catalana del fitness Adecaf ha pedido al Govern la inyección de ayudas directas por 48 millones de euros para 2020, puesto que los clubes han tenido que cerrar en tres ocasiones. También ha solicitado 40 millones adicionales para mitigar el impacto del virus en 2021. Con todo, y al margen de las cifras facilitadas por Indescat, el presidente de Adecaf, August Tarragó, afirmó la pasada semana que el sector prevé dejar de facturar 400 millones de euros en 2020.