Publicidad

El CAR Sant Cugat cierra 2021 con unos ingresos de 1,7 millones e incluirá la escalada con la Fedme

El Centro de Alto Rendimiento ubicado en Barcelona vio recortados sus recursos propios en un 41% como consecuencia del impacto de la pandemia. A pesar de ello, el centro mantiene su plan de inversiones y prepara una licitación de la mano de la federación.

CSD CAR Sant Cugat Gobierno

El CAR de Sant Cugat ha iniciado la senda de la recuperación tras el impacto de la pandemia. Así, las instalaciones dedicadas a la mejora del rendimiento de los deportistas profesionales de alto nivel han comenzado a retomar parte de la actividad que se paralizó durante el 2020 y el centro tiene previsto cerrar 2021 con una facturación de 1,7 millones de euros, un 41% menos que en 2019, cuando rozaron los tres millones de euros, tal y como ha explicado a este medio el director del centro, Ramón Terrassa.

Hay que tener en cuenta que la facturación de estos complejos procede de su servicio de alojamiento a deportistas y equipos internacionales cuando acuden para competir en eventos deportivos. De ahí que este negocio se viera tan golpeado por la crisis sanitaria, cuando los eventos deportivos sen cancelaron casi al completo y se impusieron numerosas restricciones en materia de movilidad.

En 2019, el CAR de Sant Cugat tenía una media consolidada de en torno a un 30% de atletas internacionales, esto suponía unos 60 deportistas internacionales de forma diaria. Actualmente esta cifra ha bajado hasta la franja de los 20-30, “los días que la alcanzamos”, explica Terrassa. A pesar de la caída de estos ingresos, el director del centro se muestra optimista y espera que en 2022 se puedan recuperar las cifras que se manejaban con anterioridad a la pandemia.

Además de la facturación procedente del servicio a deportistas internacionales, las instalaciones de Sant Cugat también obtienen ingresos por la celebración de otros eventos como grabaciones de anuncios o el alquiler de espacios para sesiones de fotos. “Esta partida es pequeña, en 2019 nos aportó en torno a 300.000 euros y sólo aceptamos aquellos que no supongan ninguna interrupción de la actividad deportiva de nuestros atletas”, remarca el director del centro.

La generación de recursos propios es una de las tres vías de ingresos del CAR de Sant Cugat. A esta se suman las aportaciones de la Generalitat de Catalunya y las ayudas contabilizadas dentro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) a través del Consejo Superior de Deportes (CSD). De cara al ejercicio de 2022, las instalaciones catalanas contarán con un presupuesto de 11,3 millones de euros, de los cuales seis millones los aportará la Generalitat y 2,5 millones procederán del Gobierno.

A esto hay que sumar un millón extraordinario que el centro ha recibido procedente de los PGE y que se invertirá en mejorar la tecnología y el equipamiento técnico de las instalaciones de entrenamiento. “Lo hemos invertido en maquinaria, suministros y recursos básicos que nos hacían falta relacionados con el ámbito de las ciencias del deporte. Es momento de volcarnos con la preparación de nuestros atletas”, ha defendido Terrassa.

Los centros de alto rendimiento españoles contarán también con una inyección extra de 7,5 millones de euros procedentes de los fondos europeos. Estos deberán estar destinados a reforzar la eficiencia energética de estas infraestructuras, con el objetivo de que de aquí a 2025 estos recintos hayan recortado un 30% su dependencia de fuentes de energía primarias. “Estamos en la fase de idear un plan y una estrategia que nos permita ejecutar la inversión y alcanzar este objetivo”, explica el director del CAR catalán.

Al igual que el CAR de Sant Cugat, los otros tres centros de alto rendimiento de España, ubicados en Madrid, Sierra Nevada y León, también recibirán estas inversiones de 7,5 millones de euros que proceden del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea (UE). Los proyectos tendrán que estar destinados a mejorar la calidad energética de estas instalaciones.

 

París 2024 y nuevo proyecto de escalada 

Entre los nuevos proyectos en los que trabaja el CAR está la inclusión de la escalada como nuevo deporte olímpico. Desde la Federación de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme) trabaja de la mano del CSD para que sus deportistas puedan trabajar en las instalaciones catalanas. 

Para ello está preparando los pliegos con los que licitar las obras y construir las paredes para la escalada de velocidad, boulder y dificultad, las tres modalidades de competición. Desde el CAR aseguran que "al ser un proyecto tan técnico, nos apoyamos más en la federación para redactar los pliegos con todas las necesidades, porque son quienes tienen el conocimiento". La licitación aún no ha sido publicada y está a la espera de que la Fedme ultime los últimos detalles para enviar los pliegos, aunque ambas partes sostienen que se desbloqueará lo antes posible. 

El CAR de Sant Cugat da servicio habitualmente a en torno a 250 personas. Aunque en el recinto hay deportistas de más de 40 disciplinas, los atletas de deportes de agua representan a cerca de un 35% del total. Así, las disciplinas más representadas en el centro de alto rendimiento catalán son waterpolo, el taekwondo, tenis mesa, la natación sincronizada o el salto de natación.

De este modo, de cara a los Juegos Olímpicos (JJOO) de París 2024, Terrassa lo tiene claro. “El objetivo es desarrollar todos los planes posibles que tengan como objetivo mejorar el rendimiento deportivo de nuestros atletas con médicos, entrenadores, fisioterapeutas o psicólogos. En un segundo lugar, comercializar lo disponible para que centro tenga, dentro de lo posible, un nivel de actividad del 100%”, explica.

Así, el CAR de Sant Cugat camina poco a poco hacia la normalidad tras un periodo marcado por la inestabilidad para la industria deportiva, en el que desde las instalaciones deportivas de alto rendimiento han tenido que adaptar sus protocolos para sortear a la crisis sanitaria del coronavirus.

Publicidad

Publicidad