El COI ha hecho match con Brisbane. El Comité Olímpico Internacional parece haber encontrado lo que buscaba en la ciudad australiana, capital del Estado de Queensland. Además de la garantía de un proyecto firme y con amplio apoyo de la comunidad local, la candidatura oceánica cumple con tres de los mandamientos de su agenda 2020+5: sostenibilidad -financiera y medioambiental-, legado en la región y capacidad de diversificación del negocio. El masterplan elaborado por las autoridades australianas prevé un presupuesto de 4.450 millones de dólares australianos (2.903 millones de euros) con el que aspiran a superar los 20.200 millones de dólares australianos (13.179 millones de euros) de gasto directo del turismo en la región hasta 2036.
Todo ello con “financiación 100% privada”, según se explica en un informe hecho público por el COI. Además, “el legado económico en la región” -es decir, el beneficio directo- que se prevé alcanzar con los Juegos se situaría en torno a los 5.000 millones de euros.
La primera gran cifra a resaltar de la propuesta que ha encandilado al COI es el presupuesto. Prácticamente, reduce a la mitad el budget de Los Ángeles 2028, que se sitúa en torno a los 6.900 millones de dólares (5.677 millones de euros), según los últimos datos conocidos. Y es un 25% más económico que París 2024, un evento que ya priorizaba la sostenibilidad y se prevé que tenga un presupuesto total de 3.900 millones de euros.
¿Cómo logra Brisbane recortar tanto esa partida? Con pocas obras y mucha optimización de los recursos. Para empezar, el 60% de las instalaciones deportivas propuestas para los Juegos ya están en pie, porcentaje que se eleva al 80% si se le suman los recintos temporales -aquellos que se montarán antes y desmontarán tras la cita-. El objetivo de Brisbane 2032 es adecuar el masterplan para que, finalmente, sólo el 10% sea obra de nueva construcción.
Por el momento, de las 31 sedes de los Juegos, que se dividirán en tres grandes áreas (Brisbane Centre, Gold Coast y Sunshine Coast) sólo siete serán levantadas desde cero para el evento. A destacar el nuevo estadio olímpico de Brisbane, promovido por la administración pública, y que albergaría a 50.000 espectadores en las ceremonias y las pruebas de atletismo. Por el momento, el proyecto de este recinto multifuncional se encuentra en una primera fase de análisis, con reuniones entre las autoridades y las asociaciones vecinales para la elaboración de un plan de desarrollo urbano en torno a la instalación.
El 60% de las instalaciones ya están en pie y, entre las siete nuevas construcciones proyectadas, destaca un estadio olímpico para 50.000 espectadores
Otro de los principales atractivos de los Juegos, la natación, también contaría con una casa nueva en Brisbane. En este caso, se construirá un recinto cerrado para 15.000 espectadores que se espera esté construido ya en este primer semestre de 2021. Además, en la zona de Gol Coast se está considerando aprovechar unas instalaciones acuáticas públicas, renovadas en 2014 y que ya acogieron los Juegos de la Commonwealth de 2018.
Sin salir del agua, otras dos novedades, serán el canal de aguas bravas (8.000 espectadores) y el centro de remo (14.000 espectadores), ambas instalaciones que serán adecuadas para la competición. Forman parte de los cinco recintos temporales de los Juegos.
A pesar de que la mayor parte de las construcciones se centran en Brisbane, los promotores de Brisbane 2032 también se acuerdan de Sushine Coast, que podría contar con un nuevo pabellón de baloncesto. Sin embargo, este recinto deportivo para 6.000 espectadores sólo se levantaría si hubiera un cambio en el planning inicial, ya que el COI especifica que “el torneo de baloncesto debe disputarse al completo (fase previa y final) en un único complejo”.
Un ‘hub’ de atracción turística para todo Asia-Pacífico
Aunque Brisbane se sitúa en las antípodas de España, esta capital estatal australiana vive un notable crecimiento económico, a través, principalmente, del turismo. Zona costera, sus playas son muy conocidas entre los amantes del surf de todo el mundo.
Cabe destacar que Queensland es el estado con mayor tasa de crecimiento económico de Australia. “La organización de los Juegos en 2032 se alinearía con la estrategia a largo plazo del sureste de Queensland para mejorar la infraestructura de transporte local, absorber el cambio demográfico y promover la economía”, apunta el informe.
Además, mirando hacia el exterior, Australia trabaja para posicionar a Queensland como un hub turístico en todo Asia-Pacífico. La región se beneficia de conexiones directas con varias de las ciudades más emergentes del mundo: Hong Kong, Shanghai, Singapur…
Australia trabaja para posicionar a Queensland como una zona turística de referencia en la región Asia-Pacífico; los Juegos impulsaría al Estado en ese objetivo
Tres décadas después, Oceanía podría acoger unos segundos Juegos Olímpicos. Sidney 2000 marcó un camino de promoción del deporte del que Australia no se ha despegado. El país ha interiorizado, tanto política, económica y socialmente, que el deporte es un elemento de atracción fantástico para el país. La cultura del deporte ya existía -más de 11 millones de australianos mayores de 15 años lo practican, al menos, una vez por semana-, ahora aspiran a crecer como país organizador.
De ahí la permanencia y reiterada apuesta por eventos masivos y de gran proyección internacional: el Australia Open se mantiene como uno de los cuatro Grand Slam de tenis, al que se le ha añadido la apuesta por acoger la ATP Cup; los Grandes Premios de Fórmula 1 y de MotoGP son dos fijos en el calendario automovilístico; en el ciclismo se corre el Tour Down Under (UCI WorldTour); en el green, el Open de Australia tiene una dilatada historia; mientras que en el agua, son numerosas las pruebas de surf y vela de las que Australia ha sido sede, entre las que destaca la America’s Cup y varias de las pruebas del circuito mundial de surf (WSL).