El ciclismo se resiste a coronar el puerto de la consolidación del negocio y apunta a seguir creciendo de cara a 2023. Si la pandemia empujó al ciclismo a situarse como uno de los principales hábitos deportivos y encumbró a la bicicleta como una alternativa útil ante el encarecimiento de otros medios de transporte, el sector afronta los próximos años con la incertidumbre de no saber cuándo llegará el fin de este auge. Y una meta clara: rebasar por fin la barrera de los 3.000 millones de euros.
Los indicadores de los últimos años indican de forma muy gráfica que 2020 marcó un antes y un después en entre fabricantes, marcas y distribuidores de bicis en el país. Así, el sector alcanzó una cifra de negocio de 2.607 millones de euros en el año de la pandemia, un 39,3% más que en 2019, según el informe publicado por la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (Ambe) y SportPanel.
Cifras que se incrementaron en 2021, hasta llegar a los 2.888 millones de euros en España, un 10,7% más. De mantenerse este ritmo de crecimiento, el conjunto de las compañías podrían superar los 3.000 millones en ventas por primera vez en 2022. En cuanto a unidades vendidas, la industria registró una cifra récord de 1,5 millones de bicis en 2021, lo que significa un aumento del 24,6% desde 2019. Ahora bien, ¿hasta cuándo se mantendrá esta tendencia alcista?
“Queremos que España se llene de bicis, hemos experimentado un gran crecimiento en 2021 y 2022. Pero no nos quedamos ahí, queremos que se venda más. Que todos se lancen al uso de la bicicleta”, asegura a 2Playbook Jesús Freire, presidente de la Asociación de marcas de Bicicletas de España (Ambe).
Las dificultades experimentadas por el deporte indoor han permitido que el ciclismo se erija como una de las alternativas mejor valoradas
No sólo España se está llenando de este medio de transporte, sino que el negocio de los fabricantes está creciendo de forma notable mediante la exportación a otros mercados. En 2021, la venta al exterior generó 189,4 millones de euros, un 40% más que el año previo y la cifra más alta de los últimos cinco años.
No obstante, pese al crecimiento constante experimentado hasta el momento, algunos indicadores obligan a mostrarse más cautos. Por ejemplo, el gasto de los hogares destinado al ciclismo en España en 2020 se situó en 352 millones de euros, datos muy similares a los de 2015 y un 10% inferiores a lo que se destinaba en 2018. Por otro lado, respecto a la disponibilidad de equipamientos deportivos en el hogar, en el caso de la bicicleta ha sufrido una caída del 13,2% respecto a 2015, tanto para las bicicletas infantiles como para el resto.
Las dificultades experimentadas por el deporte indoor durante los dos años de pandemia han permitido que el ciclismo se erija como una de las alternativas mejor valoradas para la práctica deportiva al aire libre. De este modo, disciplinas como el baloncesto han sufrido la pérdida de más de 100.000 fichas federativas en un solo un año, lo que supone un ajuste del 27,6%, según la Estadística de Deporte Federado, elaborada por el Ministerio de Cultura y Deporte.
Los hábitos deportivos han marcado una tendencia en los últimos dos años que llevan al crecimiento de disciplinas como el golf, los deportes de montaña, la hípica o el surf. Entre ellos también se encuentra el ciclismo que a nivel federativo encadena dos años consecutivos subiendo para situarse con más de 77.000 licencias.
Las cifras de desplazamiento urbano apuntan a un incremento del 40,7% del uso de la bicicleta en España en los últimos tres años
Por ello, el directivo señala que una de las ventajas del sector es que la bicicleta puede seguir creciendo ante el encarecimiento de otros medios de transporte. Asimismo, más allá de la práctica de competición, el uso de la bicicleta en las ciudades ha pegado un acelerón en los últimos años. Las cifras de desplazamiento urbano apuntan a un incremento del 40,7% del uso de la bicicleta en España en los últimos tres años, según los datos recabados por Eco Counter, que analiza el uso de la bici con contadores en ciudades españolas como Barcelona, Bilbao o Vitoria.
“El vector de movilidad y sostenibilidad es un driver que va a jugar a favor de la bicicleta, pero depende de determinadas medidas estructurales, desde la adecuación de las vías, planes de incentivos gubernamentales a los condicionantes que tienen las ciudades en España”, explica Sergi Serra, director general de Bicimarket.
Sin embargo, la movilidad urbana sigue siendo una de las tareas pendientes. “A muchas ciudades les falta parecerse a Barcelona, Valencia y Sevilla para contar con carriles segregados y una mejor política de bicis”, afirma Freire, que señala en la necesidad de convertir la estrategia estatal de la bicicleta en una estrategia de país con más subvenciones e incentivos fiscales a los municipios.
La relevancia de la bicicleta en la vida de los ciudadanos es cada vez mayor. Según cifras de la encuesta de Ipsos que analiza el uso de la bicicleta en 28 países de todo el mundo, el 30% de los encuestados asegura utilizar la bicicleta al menos una vez a la semana y el 39% afirma que tiene disponibilidad para usarla.
Pese a ello, todavía no se ha implantado el hábito de ir en bici al trabajo o al colegio. Solo el 10% de los encuestados en España asegura utilizarla en este tipo de trayectos, por debajo de la media del 12% y muy lejos de los Países Bajos donde alcanza el 30%.
Durante estos años, el mercado ha ido aumentando su tamaño y adaptándose a los nuevos patrones de compra del cliente. El cofundador de Berria Bikes, David Vitoria, señala la importancia de “la adecuación en los canales según las diferentes necesidades y los nuevos patrones de compra del consumidor” y agrega que “la compra online ha de ser algo complementario, no el centro del negocio”.
Las e-bikes son el mejor ejemplo de un producto novedoso que ha llegado para quedarse. La presencia de la bici eléctrica en el sector ha ido cogiendo fuerza en los últimos años hasta consolidarse como el vehículo eléctrico más vendido de España, y como la bicicleta que concentra mayor volumen de negocio. “Decir que las bicicletas eléctricas son algo pasajero sería como decir en los años 80 que el auge del Mountain Bike era pasajero”, concluye Freire.