El ‘Big Six’ de la natación española deja de facturar 23 millones de euros por la Covid-19

Los principales clubes del país prevén volver a la rentabilidad en 2022-2023, curso en el que apuntan a unos ingresos conjuntos de 45 millones, muy cerca del negocio de 2019. La crisis energética elevó sus pérdidas a 5 millones.

cn atlètic barceloneta

Los gigantes de la natación española vuelven a flote tras dejar atrás una tormenta perfecta sin precedentes. El roto provocado por la Covid-19 y la crisis energética en los clubes con piscina ha sido peor de lo esperado. El Big Six de la natación española dejó de facturar 23,2 millones de euros entre 2020-2023, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia y datos de mercado de 2Playbook. A diferencia de otros centros deportivos, los grandes clubes de esta disciplina sufrieron tanto las restricciones y cierres, que afectaron especialmente los espacios interiores, como también el impacto de la guerra de Ucrania, que disparó los precios de los suministros energéticos. Este escenario ha provocado que entre todos hayan acumulado unas pérdidas de 5 millones de euros entre 2020 y 2022.

CN Sabadell, CN Atlètic-Barceloneta, CN Terrassa, CN Barcelona, CN Sant Andreu y Real Canoe, los seis principales clubes socio deportivos de natación en volumen de negocio, dejaron de ingresar unos 3,8 millones de euros cada uno entre 2020 y 2022. Es decir, que de media la pandemia les restó prácticamente 1,3 millones de euros anuales a cada una de las entidades con respecto al volumen de negocio agregado que las seis entidades movieron en 2018-2019, que fue de 46,8 millones de euros. Un impacto que, en algunos casos, ha tenido consecuencias directas en forma de recortes en las secciones de estos clubes, que no sólo luchan por los principales títulos a nivel de waterpolo en España, sino también a nivel internacional: el primer equipo femenino del CN Sabadell se impuso al CN Mataró en la final de la Euroliga de waterpolo femenino, mientras que el primer equipo masculino del CN Atlètic-Barceloneta logró el bronce en la última LEN Champions League, 

El golpe más duro lo experimentaron en 2019-2020, cuando los seis clubes facturaron conjuntamente 36,8 millones de euros, un 21% por debajo de las cifras previas a la pandemia. La recuperación en 2020-2021 fue muy tímida, hasta 38 millones de euros, porque en Cataluña los cierres y restricciones de aforo se alargaron hasta mediados de 2021. El fin de las medidas para combatir la pandemia impulsó a estas entidades hasta 42,5 millones de euros en 2021-2022, apenas un 9,2% por debajo de 2019.

 

En cuanto a perspectivas de recuperación, este particular Big Six prevé obtener una facturación de unos 45,5 millones de euros en 2022-2023, apenas un 3% por debajo del negocio previo a la pandemia. Entre los seis clubes dan servicio a algo más de 75.000 socios, una cifra muy cercana a la que tenían en 2019. El progresivo regreso de los abonados, sin embargo, puede no ser suficiente para certificar el regreso de la rentabilidad. La mayoría de entidades ven factible culminar el ejercicio con equilibrio presupuestario o, incluso, con un pequeño excedente que rompa con la dinámica de números rojos que venían arrastrando.

¿De qué dependerá? Básicamente, de la evolución del precio de los suministros energéticos. La drástica subida registrada tras el estallido de la guerra impactó de forma considerable en las cuentas de los clubes, hasta llegar a duplicar su gasto en luz y gas: de los 2,9 millones que destinaron a la partida de suministros energéticos en 2019-2020 a los 6,2 millones de 2021-2022. Es decir, que tuvieron que afrontar un sobreprecio medio de 770.000 euros en apenas dos años. Ese sobrecoste varía en función de la instalación de la entidad: desde los casi 400.000 euros de más que tuvo que asumir el Real Canoe a los  cerca de 800.000 euros que necesitó el CN Sabadell.

 

Captan más de 4,4 millones de fondos europeos para mejorar la eficiencia energética

Para mitigar parte de esta subida, los clubes han iniciado una contrarreloj para implementar todo tipo de medidas para mejorar la eficiencia energética de sus instalaciones. Los seis clubes recibieron con los brazos abiertos la inyección que llegó procedente de los fondos europeos para modernizar y acondicionar sus instalaciones con la sostenibilidad y la eficiencia energética como ejes. De los 10,7 millones que el Consejo Superior de Deportes (CSD) destinó a financiar los proyectos de 35 entidades deportivas, casi la mitad, 4,6 millones, fueron a parar al Big Six de la natación española. El CN Barcelona, con 1,8 millones; el CN Sant Andreu, con 1,2 millones; y el CN Sabadell, con 1 millón, fueron las entidades que captaron más ayudas procedentes de la Unión Europea para renovar sus respectivos centros.  

La mayoría de presupuestos de cara a 2022-2023, sin embargo, contemplan partidas de suministros prácticamente idénticas a las del curso anterior. Es decir, que la mayoría de inversiones ejecutadas en proyectos de optimización energética implementadas en los últimos meses no tendrán un impacto real hasta 2023-2024. “Esperamos generar un 70% de la energía consumida a partir del próximo septiembre”, anuncia Bernat Antràs, presidente del CN Barcelona. El club se encuentra inmerso en un proceso de reformas que, además de un nuevo beach club y la renovación de piscinas y otros espacios, incluirá la instalación de placas fotovoltaicas. 

“Los clubes hemos tenido grandes problemas por los incrementos de costes energéticos, pero se está trabajando mucho para volver a parámetros razonables”, añade Claudi Martí, presidente del CN Sabadell. Esta entidad aspira a rebajar los 2,2 millones que prevé pagar en 2022-2023 en luz y gas a 1,8 millones en 2023-2024 y 1,5 millones en 2024-2025. El club invertirá más de 3,6 millones, uno de los cuales procedentes de la subvención del CSD, en el proyecto de transición energética que le permitirá dejar de usar gas para calentar sus instalaciones y autoproducir la electricidad que consuma a través de placas fotovoltaicas. 

“El futuro pasa por seguir implementando medidas de eficiencia energética, lo que hemos empezado no podemos dejarlo. Tenemos que darle una vuelta al club”, comenta Helena Pérez, directora gerente del CN Sant Andreu. La entidad, que pidió una derrama a sus socios para costear parte del sobrecoste energético, que luego podían desgravarse en su declaración de la Renta, planea realizar una fuerte inversión de cara a 2024 para mejorar el sistema de renovación del agua, de forma que puedan reutilizar el agua de sus piscinas para regar pistas y jardines. “Vamos hacia energías limpias y tenemos que buscar medios para reeducar a los usuarios en el uso consciente y racional del agua”, añade. El club ha invertido 1,1 millones de euros en su plan de transición de energética. Este verano ha completado la instalación de 120 paneles solares de alta eficiencia, con los que generará 110.000 kilovatios hora de electricidad limpia al año. 

De la efectividad de estas medidas depende el presente y el futuro de los clubes, también a nivel deportivo, ya que estas entidades sin ánimo de lucro reinvierten el excedente que consiguen a potenciar sus secciones deportivas y mejorar sus instalaciones. “Queremos mantener la estructura deportiva, que se ha visto mermada, de forma que no sean los padres los que paguen los viajes de sus hijos para competir. Si no funcionan los ingresos, el deporte sufre”, lamenta Gregorio de la Rosa, director gerente del Real Canoe. La entidad tuvo que congelar salarios a su plantilla y recortar las becas a sus deportistas de élite. “Ahora empezamos a recuperarnos, volvemos a pagar becas y a mejorar el convenio, las placas fotovoltaicas y la nueva caldera están dando sus frutos”, celebra.

Desestacionalizar estos clubes, que viven picos de socios en verano, es otro de los retos del mundo de la natación. Es lo que persiguen entidades como el CN Atlètic-Barceloneta, que ha desarrollado iniciativas para “aplanar la curva de socios que sufrimos en invierno y tener un promedio de ingresos anuales más regular y que nos permita no depender de cifras máximas en verano”, aporta Santiago Fernández, director general del CNAB. Este club también ha renovado sus instalaciones, creando una nueva zona de wellness, un espacio de entrenamiento multifuncional y una sala de ciclo indoor.

Otra problemática que preocupa y mucho a los clubes es el incremento de sus costes financieros. “Los tipos de interés se han triplicado en un año, es un gasto que no depende de nosotros, y que a los clubes que tenemos deuda nos impacta mucho”, lamenta el presidente del CN Sabadell. Este club prevé que esta partida pueda doblarse o incluso triplicarse entre 2023 y 2024, alcanzando entre un millón y 1,5 millones de euros. “Esperemos que se moderen en 2025”, pronostica. 

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