Barcelona mueve ficha para acoger algunos de los principales eventos deportivos de ámbito mundial. El concejal de deportes de la capital catalana, David Escudé, se ha reunido con el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos, para tratar el interés de la ciudad por ser sede en destacadas competiciones a lo largo de la próxima década. La capital busca aprovechar el impulso que supone la organización de distintas competiciones promotoras de actividad deportiva a nivel de imagen y de fomento del turismo.
El Ayuntamiento le ha pedido al Gobierno ser una de las sedes del Mundial de fútbol 2030 en el caso de que prospere la candidatura que encabezan España, Portugal y Marruecos. Barcelona también aspira a organizar el Mundial de atletismo de 2029, un proyecto para el que el consistorio ya cuenta con el respaldo del CSD, tal y como ha puesto de manifiesto Francos durante la reunión.
Asimismo, se ha profundizado en la candidatura Costa Brava - Barcelona 2031 para albergar la Ryder Cup. El Consejo de Ministros ha autorizado al presidente del CSD para suscribir los acuerdos necesarios para cumplir con los compromisos derivados de la designación de España como sede de esta competición en 2031. En junio, de hecho, anunció que declarará al campeonato como evento de interés público en caso de que se designe al proyecto Costa Brava-Barcelona como sede y garantizará la celebración de torneos asociados al evento.
En la reunión, celebrada en Barcelona, también se ha avanzado en la organización de la Copa América de Vela 2024, que se disputará entre agosto y septiembre. El CSD destinará a la organización de este evento 18 millones de euros a través de una subvención a la Fundació Barcelona Capital Nàutica AC24, que tiene como objetivo cubrir todos los gastos vinculados a la designación de la ciudad como sede de la XXXVII edición de la Copa América.