Barcelona invertirá 1,6 millones de euros en construir su primer campo de críquet municipal de la ciudad. El equipo femenino de críquet 11 de Barcelona ha conseguido que aprueben el presupuesto para reformar el Camp Julià de Camany en un espacio donde practicar el deporte.
Con el objetivo de constituirse como primera selección catalana de críquet 11, el equipo femenino de Barcelona ha presentado un proyecto para remodelar y adaptar un espacio. El proyecto saldrá adelante a través de los presupuestos participativos, y la instalación contará con un campo de césped con un pitch, un túnel de bateo, un punto de agua, alumbrado, vestuarios, espacios para sentarse, un almacén, redes y llevar a cabo el cierre del campo.
El equipo forma parte del programa de deporte Criquet Joven BCN, un proyecto impulsado por el Centre d’Estudis Africans i Interculturals (CEAi) i la Fundació per a l’esport i l’Educació de Barcelona (FEEB), que desde el 2012 forma parte del programa Convivim Esportivament de l’Ajuntament de Barcelona para acompañar y promover la práctica del críquet, como un deporte identitario referente para una gran comunidad representada en la ciudad.
Este deporte llegó a la ciudad de la mano de comunidades migrantes y se ha convertido en un espacio de encuentro de diferentes culturas y nacionalidades. En el caso del críquet, es un deporte muy popular en el Pakistán, la India o Bangladesh, pero, aunque un 2,3% del vecindario de la ciudad nació en estos países (un 16% en barrios como el Raval), no hay ningún campo de críquet en la ciudad.