El atletismo español baja la persiana a un curso muy intenso, marcado por la celebración tanto del Mundial como del Europeo, con cifras de facturación récord. La Real Federación Española de Atletismo (Rfea) cerró 2022 con unos ingresos de 16,4 millones de euros, un 36,6% más interanual y un 18% por encima de lo presupuestado hace justo un año. Además, el ente federativo volvió a la rentabilidad, tras las pérdidas de 2021, con 48.928 euros de beneficio.
Para este año, que, igual que el anterior también cuenta con Mundial, la Rfea ha presentado un presupuesto de 15,1 millones de euros. Es un 8,8% inferior a 2022, pero confirma la vuelta al ritmo de crecimiento previo a la pandemia. De alcanzar esta cifra de facturación sería la segunda mayor de la última década, sólo por detrás de los datos del pasado ejercicio.
“Con este resultado, se garantiza la viabilidad y sostenibilidad económica de la Rfea, que presenta una situación económica de solidez y solvencia con un patrimonio neto estimado a 31 de diciembre de 2022 de 2,3 millones de euros, con unos fondos propios de 2,1 millones de euros y unos fondos de maniobra positivos de 143.000 euros”, ha destacado la federación en un comunicado.
Por otro lado, Raúl Chapado, presidente de la Rfea, ha informado del aumento de un 25,5% del número de licencias respecto a 2021, lo que suponen 22.112 federados más, para alcanzar un récord de 109.688 de licencias de atletas.
14,7 millones de cara a París 2024
Ahora se busca sentar las bases de este nuevo ciclo olímpico de cara a París 2024, en el que el atletismo contará con 14,7 millones de euros procedentes de las nuevas subvenciones plurianuales del Consejo Superior de Deportes (CSD). Esto supone unos 4,9 millones de euros anuales para la Real Federación Española de Atletismo, la segunda que más recibe por detrás de la Federación Española de Natación.
Tanto para el ente federativo como para los clubes, el nuevo sistema de reparto otorga una mayor certidumbre para la planificación de las temporadas. De este modo, la federación ya ha preparado varias vías de reparto para este trienio. Por un lado, cuentan con una subvención directa a deportistas a través de un programa de ayudas por resultados en el equipo nacional, becas federativas y una cantidad asignada por nivel a los atletas para los gastos en viajes o material deportivo. Esta será la partida principal, cuyo desembolso superará los tres millones de euros, prácticamente el doble de lo que se aportó en 2021.
A ello hay que sumarle una ayuda de alrededor de 1,6 millones dirigida a la formación de los entrenadores y a la preparación de equipos y concentraciones colectivas del equipo nacional. El resto se destinará a sufragar el coste de los viajes de los atletas del equipo nacional en las diferentes competiciones internacionales.