Andorra suma fuerzas para potenciar su turismo deportivo en un periodo complejo tras la pandemia. Las parroquias de La Massana y de Canillo, junto a Ensisa, Crèdit Andorrà y un cuarto socio -por ahora, anónimo-, han creado una sociedad que potenciará, entre otros aspectos, las inversiones en la estación de Pal-Arinsal. El objetivo a largo plazo es que la instalación se sume a Grandvalira Resorts y así agrupar todas las estaciones bajo una única marca.
El reparto de esta nueva sociedad se realizará de la siguiente manera: Canillo tendrá sobre un 40%; Crèdit Andorrà, otro 40% aproximado; y La Massana, el 20% restante. Se desconoce, por tanto, cómo entraría ese cuarto socio en el accionariado de la sociedad.
El director general de Crèdit Andorrà, Xavier Cornella, ha destacado, además, que “esta nueva sociedad debería permitir que Pal-Arinsal se integre dentro de la denominación comercial de Grandvlaria, con todas las ventajas que ello comporta”.
“Se dan las circunstancias porque venimos de la crisis de la pandemia, que ha afectado muy gravemente los ingresos de las estaciones de esquí”, ha agregado por su parte Francesc Camp, máximo dirigente de la parroquia de Canillo.
No en vano, sólo entre las estaciones andorranas que pertenecen a Grandvalira Resorts perdieron un 91% de su facturación en la última temporada (2020-2021). La primera inversión de la nueva sociedad constituida será la de conectar Pal y Arinsal para los esquiadores con una inversión de 36,4 millones de euros. Se prevé que las obras estén finalizadas en 2022.