El baloncesto es el segundo deporte con más practicantes de España. Se estima que hay más de 2,3 millones de jugadores recurrentes, de los que 377.108 compiten en ligas y torneos federados. Se espera que en los próximos años haya un segundo despegue, como el que se produjo en 2006, después de que España ganara su primer Mundial. En este caso, gracias a la nueva ola de triunfos en categorías inferiores y al auge y la estructuración de la modalidad 3x3. Por ello, resulta de vital importancia conocer los beneficios (y lesiones) asociadas a este deporte de la mano de Quirónsalud, grupo hospitalario que acaba de unirse a la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) hasta 2026, como Proveedor Médico Oficial de todas sus competiciones.
“El baloncesto mejora la percepción de la calidad de vida, reduce el estrés asociado a la vida y mejora el descanso. Hace que nos sintamos más fuertes, saludables y con mayor energía y aumenta los niveles de autoestima. Tiene la ventaja adicional de que se trata de un deporte de equipo, lo que favorece la socialización y la generosidad para contribuir a la colectividad”, señala el doctor Emilio Calvo, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, centro perteneciente al grupo Quirónsalud que a partir de este año será Proveedor Médico del Movistar Estudiantes, uno de los clubes más emblemáticos del baloncesto español.
Más allá de los beneficios físicos que tiene la práctica de cualquier actividad física, el básquet destaca por su impacto sobre el plano psicológico. Permite desarrollar mayor agilidad mental y tiene un impacto directo sobre la memoria, ya que es uno de los deportes más complejos en el apartado táctico. Un jugador amateur memoriza entre 15 y 20 sistemas de ataque, defensa, jugadas de saques de fondo y banda, acciones para finales de partido… A nivel profesional se multiplica exponencialmente.
Además, se ha demostrado una mejora en la toma de decisiones, ya que las acciones ocurren en segundos (o menos), lo que, a la postre, se traduce en una mejor resolución de problemas. También existen entrenamientos específicos para mejorar los reflejos y la coordinación, esenciales en la práctica del baloncesto. Todo ello se combina con el trabajo en equipo, una mayor concentración y la mejora en la capacidad de relajación, factores que repercuten en última instancia en una mejor calidad del sueño. Además de los beneficios físicos y emocionales, el baloncesto contribuye al correcto desarrollo personal y social.
En cuanto a los beneficios físicos, destacan la mejora de la salud cardiovascular y capacidad vital respiratoria; ayuda a controlar la presión arterial y el metabolismo, previniendo sobrepeso, hipercolesterolemia y la aparición de diabetes; y reduce el riesgo de padecer osteoporosis. “Con la activación y desarrollo de la musculatura del tronco es muy eficaz en la prevención de lumbalgia, una de las causas más frecuentes de dolor originado en el aparato locomotor”, apunta el doctor Calvo.
Sin embargo, pese a la gran cantidad de beneficios que aporta la realización de ejercicio, cualquier tipo de deporte implica un riesgo de sufrir lesiones, sobre todo a medida que se aumenta la intensidad de los movimientos. No hay que olvidar que el baloncesto es un deporte de equipo con un alto nivel de exigencia física, técnica y táctica. El rendimiento también está condicionado por su integración e interacción con el resto de compañeros de equipo.
“Es importante calentar y estirar antes de jugar y después de jugar. Debe trabajarse toda la musculatura implicada, en tronco y extremidades, superiores e inferiores. Es clave trabajar la propiocepción y perfeccionar los gestos deportivos para automatizarlos”, asegura el doctor Calvo. También es importante el tipo de calzado o protectores bucales, entre otro equipamiento.
Las lesiones menores más frecuentes son el esguince de tobillo (en distintos grados) o la capsulitis (que suele ser provocada tras recibir un impacto con el balón sobre el dedo de la mano o al engancharse con la ropa u otra parte del cuerpo de otro jugador). La lesión de menisco (interno o externo) también es frecuente, pues se trata de un deporte con múltiples movimientos de torsión en la rodilla.
Pero si hay una lesión que siempre ha temido cualquier jugador es el ligamento cruzado anterior. Aún es una de las más comunes, con casos como los de Sergio Llull, Ricky Rubio, Derrick Rose, Al Jefferson, Kawhi Leonard, Kyle Lowry… Sin embargo, lo que antes era una lesión que podría acabar con la carrera de un jugador, hoy se llega a recuperar en menos de un año. La tasa de recuperación es próxima al 100%, entre un 84% y un 89% han vuelto a la NBA, según un estudio de la Universidad de Stanford en 2021. En 2013, la tasa de retorno a la NBA fue de un 78%, según otro estudio realizado por distintos doctores que trataron a 27 jugadores de la liga.
La huella de Quirónsalud en el baloncesto español
Quirónsalud está en el top-15 de empresas con más acuerdos del deporte español, según el Atlas del Patrocinio Deportivo 2022, elaborado por 2Playbook Intelligence. Con más de cuarenta acuerdos, en los últimos meses no ha dejado de reforzarse, especialmente en baloncesto.
Además de formar parte de la familia ACB y colaborar con Movistar Estudiantes a través de la Fundación Jiménez Díaz, Quirónsalud colabora con otros clubes de baloncesto del país como Unicaja Málaga, Valencia Basket, Baloncesto Cáceres o Casademont Zaragoza, al igual que con diversos clubes de otros deportes como fútbol, balonmano o rugby. Asimismo, en los últimos años ha velado por la salud de importantes eventos deportivos como el último Eurobasket femenino disputado en 2021 en España, entre otros.