Invertir en deporte puede llegar a generar un ahorro al sistema sanitario de 365 libras esterlinas anuales (410 euros) por persona. Así lo constata un estudio realizado en el condado de Essex (Reino Unido), que analiza el impacto económico que genera la integración de la actividad física en la vida de personas con discapacidades o enfermedades crónicas.
El estudio, que fue desarrollado durante dos años por parte de Adult Social Care, Active Essex y la organización benéfica Sport for Confidence, y contó con la supervisión y verificación de la Universidad de Essex, ha demostrado que la actividad física en este segmento de la población generaba un impacto social de 58,7 libras esterlinas (66 euros) por cada libra (1,1 euros) invertida y un valor de bienestar de 22.230 libras (24.999 euros) anuales.
Las personas que formaron parte del estudio aseguraron sentir mejoras en su estado de salud, el bienestar, la confianza, las habilidades, la rutina, la estructura y la independencia como resultado de haber realizado actividad física. Esto propició que disminuyesen la cantidad de citas con el médico de cabecera, las llamadas al teléfono del servicio nacional de respuesta a emergencias y visitas al hospital.
El programa incluyó a personas de residencias de ancianos, asociaciones comunitarias inclusivas, terapeutas ocupacionales y centros de ocio. Los programas monitorizaron la evolución de más de 900 usuarios. “Con el NHS (sistema de salud del Reino Unido) luchando por satisfacer la demanda y con una inactividad que se estima en 2016-17 supuso una factura de 800 millones de libras (899 millones de euros), es el momento de pasar a una solución más preventiva”, ha asegurado Lyndsey Barrett, fundadora de Sport for Confidence y terapeuta ocupacional.