Las competiciones son el principal generador de gasto turístico en España. Ver un partido de fútbol en el estadio o la Fórmula 1 en el circuito mueve más dinero que viajar para esquiar, hacer surf o correr un maratón. Así se deprende de los datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook, a partir de los datos del Anuario de Estadísticas Deportivas, informe elaborado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que cifra en 4.876,9 millones de euros el gasto total realizado por residentes y extranjeros que viajaron por el país para ver deporte en 2023. Es un 32,9% más que el año pasado, y un 1,8% más que en 2019, superando así el gasto realizado en prepandemia. El negocio vinculado a los eventos deportivo no sólo ha vuelto a la normalidad, sino que ha superado lo que generaba antes del coronavirus.
Los extranjeros volvieron a ser los que más impacto dejaron en el país cuando viajaron para ver deporte in situ. En total, 3.390 millones de euros, un 39,7% más que un 2022 en el que aún hubo algunas restricciones a la movilidad por la pandemia. En 2023, ya sin limitaciones, su gasto aumentó un 1% respecto a precovid. Los residentes en el país, por su parte, desembolsaron 1.486,8 millones de euros para viajar para acudir a un espectáculo deportivo, un 3,7% más que en prepandemia y un 19,5% más que el año anterior.
En España se registraron un total de 2,2 millones de entradas de turistas extranjeros que visitaron el país expresamente para acudir a un evento. Fueron 400.000 viajes menos que en 2019, pero en 2023 gastaron más que entonces. Se calcula que cada fan dejó en el país 1.564 euros, casi 300 euros más que en 2019. En 2023, el 2,5% de las llegadas de turistas internacionales fueron para ver deporte, una actividad que se llevó el 3,1% del gasto total en viajes que realizaron por España, según los datos del informe elaborado por el Consejo Superior de Deportes (CSD). Los extranjeros representaron siete de cada diez euros del desembolso total en turismo de eventos deportivos en el país.
Una factura mucho inferior fue la de quienes residen en España, que en lugar de hacer viajes de larga duración suelen optar por escapadas de fin de semana. Los residentes realizaron 2,5 millones de viajes para acudir a eventos deportivos, con un gasto asociado de 434,4 euros, récord de la serie histórica iniciada en 2017. El informe no arroja datos del gasto por viaje, pero sí aclara que este tipo de desplazamientos sólo copó el 1,8% del total de viajes que realizaron.
El turismo deportivo pasivo supuso el 66,8% del gasto total del turismo deportivo en el país, un porcentaje que ha perdido peso a lo largo de los años. Sin ir más lejos, en 2019 copaba el 70,1% de la inversión total. De este modo, poco a poco el turismo activo, es decir, el que se realiza principalmente para practicar deporte, está ganando peso, especialmente entre el público internacional.
Su gasto para venir a España a ejercitarse ha aumentado un 50,5 en el último año y un 27,7% respecto a prepandemia, lo que demuestra que el país está cada vez más posicionado como un destino al que acudir para competir, entrenar y, en definitiva, hacer deporte. En total, el turismo deportivo activo y pasivo dejó en el país 7.305 millones de euros, superando por primera vez la barrera de los 7.000 millones de euros.
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