El sector deportivo cerró junio con la mayor subida de precios registrada en el sexto mes del año en los últimos 19 años. Los servicios deportivos y recreativos culminaron el pasado mes con un incremento interanual del 5,2%, el segundo porcentaje más elevado para un mes de junio en las últimas dos décadas. La subida interanual más elevada que se produjo en un mes de junio en el siglo XXI se había registrado en 2004, cuando creció un 6,6%.
Este alza estuvo ligeramente por debajo del registrado en el mes de mayo, cuando la tasa de crecimiento respecto al mismo mes del año anterior fue del 5,3%. En lo que llevamos de año, el crecimiento interanual de todos los meses ha estado por encima del 4,7% registrado en febrero. Los servicios deportivos y recreativos cerraron junio con un incremento interanual por encima del 1,9% que registró el Índice de Precios al Consumo (IPC) general, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística.
El 5,2% hace referencia al precio de los servicios deportivos y recreativos, pero ¿cómo afectó la inflación específicamente en la industria deportiva? La tasa de incremento interanual de los precios de las entradas para ver deporte en directo en los estadios y pabellones fue del 9,3%, lo que representó una subida del 0,8% si se compara con el incremento registrado el pasado mayo. El incremento interanual del precio para los participantes en eventos deportivos y gimnasios fue menor, del 2,9%. Fue el mismo crecimiento intermensual que en mayo.
Las bicicletas, por su parte, también se encarecieron si se compara con el año anterior, aunque a un ritmo del 0,6%. Si se compara con el mes anterior, el precio de las bicis no registró variación.
En cuanto a los precios del resto de equipamientos deportivos, la caída interanual en el sexto mes del año fue del 0,1%, un descenso más moderado del 0,4% registrado en el mes anterior. Con relación a mayo, los precios de los equipos para el deporte han crecido un 0,1%, lo que indica que se mantienen estables. Son cifras que demuestran que los precios de las entradas para eventos deportivos vuelven a incrementarse, mientras que los de la compra de equipamiento viven una ligera reducción.